En medio de un ambiente cargado de tensiones, el director de Open Arms, Óscar Camps, se manifestó firmemente contra las opiniones vertidas por el líder de Vox, Santiago Abascal, durante su reciente visita a Lanzarote. Según Camps, es fundamental que la sociedad española se centre en la empatía y la asistencia a quienes se encuentran en necesidad, en lugar de alimentarse de discursos que fomentan el odio.

En un acto celebrado en la isla, Camps extendió una invitación a Abascal para que suba a bordo del buque de la ONG, ofreciendo una visión directa del trabajo humanitario que realizan. Subrayó que Open Arms no debería ser visto como un adversario, sino como un reflejo de los mejores valores de la sociedad civil española.

Camps criticó a la formación política de Abascal por convertir la migración y la ayuda humanitaria en adversidades imaginarias, ignorando así los problemas concretos que afectan a la población. Desde su perspectiva, la retórica de Vox desvía la atención de cuestiones más apremiantes, como la crisis de vivienda y los recortes en servicios esenciales.

La visita de Abascal al puerto de los Mármoles se enmarca en el contexto de la crisis migratoria que afecta a Canarias, coincidiendo con el final de una campaña de sensibilización de Open Arms que comenzó en agosto en Tenerife. Esta campaña ha logrado reunir a más de 1.700 estudiantes y otros visitantes, compartiendo la misión de la ONG en la defensa de la vida y la dignidad humana.

Camps reitera que la labor de la ONG es principalmente humanitaria y educativa, enfatizando la importancia de educar a la ciudadanía sobre las realidades del mar y la situación de aquellos que huyen de conflictos y crisis. Lamenta que algunos opten por agitar miedos sin fundamento en lugar de abordar los desafíos reales que enfrenta España hoy.

En sus declaraciones, Camps también hizo hincapié en que el mar no es el culpable de la tragedia de muchos, sino aquellos que prefieren mirar hacia otro lado ante el sufrimiento y la pérdida de hogar. Aseguró que la ONG continuará su labor en el mar, defendiendo verdades que son a menudo ignoradas.

Al abordar los comentarios previos de Abascal, quien se refirió a su organización como un "barco de negreros", Camps defendió la legitimidad de su misión respaldada por el derecho marítimo internacional y las obligaciones morales que tienen para con quienes se encuentran en peligro. Recalcó que su trabajo no es un mero acto político, sino una responsabilidad moral y legal.

Camps concluyó su intervención instando a la sociedad y a los políticos a enfocarse en los problemas reales y a no crear fantasmas donde no los hay. En su visión, la patriotismo debería traducirse en un compromiso sincero con el bienestar de la comunidad, abordando las necesidades y preocupaciones de los españoles con seriedad y compasión.