SANTA CRUZ DE TENERIFE, 25 de octubre. Este viernes, representantes de las Zonas Francas de Gran Canaria, Cádiz, Tenerife y Vigo se reunieron para intercambiar experiencias y establecer una estrategia conjunta que fortalezca el Corredor Atlántico como un eje vital para el comercio y la inversión. Este encuentro busca trazar un futuro en común, enfocado en el crecimiento y la creación de un modelo atlántico que se posicione como un referente en el ámbito comercial.
La visita incluyó a Francisco González, delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Cádiz, Laura Rivas, directora de proyectos de la Zona Franca de Vigo, y Manuel Martínez, delegado Especial de la Zona Franca de Tenerife, quienes se dieron cita en Gran Canaria para esta significativa jornada, tal como se anunció en un comunicado de prensa.
Los delegados de Gran Canaria y Cádiz, Gabriel Corujo y Francisco González, resaltaron que a pesar de las diversas características de las siete zonas francas en España, la colaboración es la clave para enfrentar desafíos comunes. Esta integración no solo se presenta como una opción, sino como la solución más eficaz para avanzar en los objetivos compartidos.
El propósito es indudable: aprender unos de otros, compartir modelos exitosos y construir un frente unificado que maximice las ventajas de cada zona, todo ello bajo el respaldo del Gobierno de España. Desde la Zona Franca de Gran Canaria subrayan la importancia de contar con un apoyo institucional que fortalezca esta unión.
Uno de los aspectos clave de estos encuentros radica en la intención de “impulsar” la internacionalización de las empresas. Se busca implementar una estrategia sólida que facilite la entrada a nuevos mercados y afiance la presencia de las empresas locales a nivel global, como explican desde la Zona Franca de Gran Canaria.
Dentro de este marco, la experiencia adquirida por la Zona Franca de Cádiz en el ámbito internacional se considera un recurso valioso. Francisco González ha enfatizado la necesidad de esta colaboración, ya que no solo actúan como entidades independientes, sino formando parte de una estructura estatal que proporciona “solidez y confianza”. El objetivo es ofrecer un conjunto de ventajas que solo una institución pública puede asegurar, facilitando así la inserción de las empresas en mercados externos.
Como puntualiza González, es esencial mostrar los adelantos logrados en la internacionalización de las diversas zonas francas, destacando la marca del Gobierno de España y los beneficios que este respaldo institucional brinda a los empresarios en sus esfuerzos de expansión.
Además, la conversación entre los delegados se extendió más allá de las fronteras españolas, abordando también el potencial geoestratégico de sus localizaciones. Se discutió cómo potenciar el Corredor Atlántico como una vía esencial para el comercio y la inversión, además de la posibilidad de conectar Latinoamérica con Europa y el emergente mercado africano.
Los encuentros también han puesto sobre la mesa nuevas tendencias, como la economía azul, mostrando un compromiso con visiones progresistas que alineen desarrollo económico y sostenibilidad ambiental.
Por otro lado, si la internacionalización representa “el qué”, la gestión eficiente del suelo industrial será “el cómo”. Gabriel Corujo ha remarcado que el futuro de la Zona Franca de Gran Canaria está íntimamente vinculado a su capacidad de desarrollar y ofrecer terrenos adecuados a los operadores empresariales.
Según explican desde la Zona Franca de Gran Canaria, las barreras de entrada al mercado suelen ser desmesuradas. Es aquí donde las estrategias de gestión aplicables en Cádiz y Vigo se convierten en modelos cruciales. La Zona Franca tiene la capacidad de llevar a cabo obras de preparación y poner a disposición de las empresas terrenos ya listos para su uso.
Corujo ha puesto de relieve cómo facilitar el acceso a suelos desarrollados podría permitir que pequeñas y medianas empresas, que representan el 90% del tejido empresarial del archipiélago, accedan a oportunidades que hoy son exclusivas para entidades con gran capacidad de inversión.
Esta dinámica no solo atrae inversión, sino que también representa una “democratización” de las oportunidades, permitiendo así que las PYMES canarias compitan en igualdad de condiciones y planifiquen su futuro sin la carga de amortizaciones a largo plazo.
Un ejemplo tangible es el proyecto Oryx, que, según se afirma, no habría aterrizado en Canarias sin las ventajas fiscales y operativas proporcionadas por la Zona Franca y la Zona Especial Canaria. Este caso ilustra cómo estos instrumentos son capaces de generar riqueza y empleo dentro del archipiélago al atraer proyectos viables.
En conclusión, la colaboración entre Cádiz, Vigo, Tenerife y Gran Canaria busca cimentar una “cooperación pragmática” que replique modelos de éxito y garantice un futuro en el que las zonas francas se consoliden como motores económicos fundamentales para España y su influencia en el Atlántico.
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