El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, ha destacado en su homilía durante la misa solemne en honor a la Virgen de Candelaria que la madre de Jesús está siempre atenta a las necesidades de los demás, mostrando un corazón lleno de compasión y manos dispuestas a ayudar. Por tanto, exhortó a los fieles a seguir su ejemplo, manteniéndose alerta a lo que sucede a su alrededor, desarrollando un corazón sensible y ofreciendo sus manos para servir a los demás, tal como lo hizo María.

En esta jornada dedicada a honrar a la Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias, el obispo Álvarez enfatizó la manifestación del poder de Dios a través de la misericordia que se renueva de generación en generación. Este poder divino derriba la soberbia de los poderosos e eleva a los humildes, revelándose en aquellos que reconocen a Dios como soberano y siguen su voluntad.

Además, el prelado subrayó la importancia de vivir la fe de manera integral, combinando el cuerpo, el alma y el espíritu en armonía. Separar estas dimensiones del ser humano solo conduce a la esclavitud o la inacción, siendo crucial integrarlas para encontrar la plenitud en la fe y en el servicio a los demás.

Por otro lado, Álvarez resaltó que la devoción a la Virgen María implica no solo rezar y participar en actos religiosos, sino también reflejar su fe y su compromiso con la voluntad de Dios en la vida diaria. La madre de Jesús es un modelo de obediencia, humildad y amor al prójimo, actitudes que todos los creyentes deben imitar para ser verdaderos seguidores de Cristo.

Finalmente, el obispo exhortó a los fieles a seguir el ejemplo de María, no solo con palabras, sino con acciones concretas. La imitación de la madre de Dios implica adherirse plenamente a la voluntad divina, acogerla y ponerla en práctica en el día a día, convirtiéndonos así en instrumentos de amor de Dios para con los demás, tal como lo han sido con nosotros nuestros padres, maestros y aquellos que nos han mostrado su generosidad y apoyo a lo largo de la vida.