Crónica Canarias.

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Logopedas canarios alertan sobre amenazas a la salud al faltar en Educación y Dependencia.

Logopedas canarios alertan sobre amenazas a la salud al faltar en Educación y Dependencia.

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 9 de mayo. El Colegio Profesional de Logopedas de Canarias ha puesto de manifiesto, en una reciente rueda de prensa en Tenerife, la crítica situación que enfrenta este grupo de especialistas. Con un total de 40 logopedas trabajando en el Servicio Canario de Salud y una población que supera los dos millones de personas, las listas de espera se han disparado, llegando a superar los dos años en varias islas.

Susana Nieto, presidenta de la entidad, advirtió sobre las graves implicaciones que esta escasez de logopedas está teniendo en la población, especialmente en el ámbito educativo y de dependencias. Según Nieto, esta carencia está llevando a situaciones alarmantes, como niños que son enviados a escuelas sin el tratamiento adecuado, diagnósticos erróneos y altas prematuras en Unidades de Atención Temprana, así como riesgos significativos como la falta de diagnóstico de la disfagia en adultos mayores y personas con discapacidad.

En sus declaraciones, Nieto enfatizó que hay un gran número de ciudadanos que no están recibiendo la atención necesaria, resaltando que las largas listas de espera están socavando tanto el derecho a la salud como la calidad asistencial que deberían recibir todos. Esta situación se ha vuelto insostenible y requiere una solución inmediata.

El Colegio no solo ha expresado su preocupación, sino que también ha tomado medidas al respecto. Están trabajando en la presentación de diversas mociones en los Ayuntamientos de las islas con el objetivo de llevar sus demandas al Parlamento de Canarias. Una de sus propuestas clave es la inclusión de logopedas en centros públicos de sanidad, educación y justicia, además de promover la obligatoriedad de la colegiación de estos profesionales, algo que ya existe para la mayoría de los otros ámbitos de la salud.

La colegiación obligatoria, argumentan, garantizaría un mayor control sobre la calidad de los servicios y ayudaría a erradicar el intrusismo en la profesión. Muchos logopedas consideran que la ausencia de regulación actual está provocando situaciones insostenibles y arriesgadas para la salud de la población.

Asimismo, han hecho un llamamiento a las autoridades para que se controle la publicidad y el uso del título de logopeda, asegurando que la información sobre los servicios de logopedia sea clara y precisa para el público. Esto no es simplemente un interés corporativo, sino una demanda justa por una atención sanitaria adecuada y digna, defendiendo el derecho de todos a recibir atención cualificada.

Entre sus preocupaciones, los logopedas han denunciado la falta de profesionales en el ámbito educativo. Actualmente, los centros cuentan solo con maestros de audición y lenguaje, quienes, en muchos casos, realizan tareas que corresponden a logopedas, generando confusiones sobre las funciones de cada rol.

En el sector de la dependencia, la situación es igualmente crítica, ya que la figura del logopeda no está contemplada en la legislación actual. Esto ha llevado a un aumento en las complicaciones de salud, como la disfagia en personas mayores, un trastorno cuyo impacto es tan relevante que se ha clasificado como un síndrome geriátrico.

La situación se agrava aún más debido a la falta de unidades especializadas para el tratamiento de la disfagia en las Islas Canarias, salvo por una unidad no oficial en el Hospital Universitario de Canarias. Esto acarrea discriminación en el acceso a los servicios, dependiendo del lugar de residencia.

El colegio profesional ha puesto como ejemplo el caso de una anciana que perdió la vida tras no recibir la dieta adecuada en su residencia. Casi diez años después, continúan sin contar con logopedas en la mayoría de los centros de atención a mayores, lo que pone en riesgo la salud de muchos.

El Colegio de Logopedas también ha revelado que existe una red privada de cerca de 300 logopedas colegiados, desconocida para el público y para otros profesionales de la salud. Sin embargo, esta red no está siendo utilizada para atender a aquellos que llevan años en espera de tratamiento.

Con el objetivo de elevar sus quejas y aclarar el rol de los logopedas, el colegio ha lanzado una campaña informativa. Desean que la ciudadanía reconozca a estos profesionales como parte integral del sistema educativo, aunque no ejercen roles docentes, sino como especialistas en salud.

La presidenta del Colegio ha destacado que dos años de espera para un niño son inaceptables, y ha instado a las autoridades sanitarias a encontrar soluciones. Ellos han observado un crecimiento en los casos de niños con dificultades del lenguaje tras la pandemia, a menudo causado por una falta de estimulación adecuada en sus primeros años de vida.