Crónica Canarias.

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"La empresa implicada en la 'trama Koldo' denuncia el veto tardío de Canarias que impidió la reubicación de mascarillas no autorizadas."

Un nuevo giro en el polémico 'caso Koldo' ha salido a la luz, relacionado con la empresa Soluciones de Gestión y su presunto papel en el suministro de mascarillas durante la pandemia. Según informaciones recientes, el fundador de dicha empresa, Víctor de Aldama, expresó su descontento al antiguo asesor de Transportes, Koldo García, cuando el Servicio Canario de Salud (SCS) le notificó, dos meses después, que un pedido de mascarillas era considerado no apto. De Aldama señaló que este retraso perjudicó a su pequeña y mediana empresa (PYME) y que el material pudo haber sido enviado a otras entidades que lo necesitaban con urgencia.

La comunicación de De Aldama está contenida en un informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que fue presentado ante la Audiencia Nacional. Este documento investiga la compra de material de protección por parte del Gobierno de Canarias a Soluciones de Gestión, con un valor cercano a los 12 millones de euros.

Según se detalla en la correspondencia obtenida por Europa Press, el 22 de julio de 2020, Íñigo Rotaeche, representante de Soluciones de Gestión, envió un correo a Koldo en el que se refería a la situación de los pedidos de mascarillas. En dicho correo, Rotaeche explicó que el SCS había identificado diversos modelos de mascarillas como no aptas, mientras defendía que su empresa había tenido resultados positivos con dicho material.

Rotaeche expresó su preocupación al mencionar que recibir la notificación de la ineptitud del segundo pedido, dos meses después de la entrega, era una violación grave de los protocolos de comunicación. Resaltó que deberían haber alertado de inmediato sobre cualquier incidente, ya que una notificación tardía implicaba la aceptación automática del pedido por parte de la administración.

El empresario también informó a Koldo que haría llegar una comunicación similar a Antonio Olivera, quien había sido viceconsejero de la Presidencia en Canarias y director del SCS. El informe de la UCO sostiene que Olivera tuvo un papel activo en asegurar la compra, a pesar de que desde la administración aún se estaban analizando las condiciones de la operación por dudas respecto al precio y la calidad del material.

La documentación también revela que Soluciones de Gestión envió un mensaje el 23 de julio de 2020 a Ana María Pérez, entonces directora de Recursos Económicos del SCS, en respuesta a una queja donde la empresa criticaba que se presentara un informe genérico de riesgos que no la mencionaba. La falta de identificación de las mascarillas que se declaraban no aptas complicaba la situación, argumentó la empresa.

A pesar de las alegaciones del SCS sobre la calidad de las mascarillas, Soluciones de Gestión defendió que todas las unidades suministradas cumplían con los estándares KN95 y que hasta la fecha habían distribuido más de 20 millones de mascarillas sin que ninguna hubiera sido rechazada anteriormente, tanto en España como en Italia.

Soluciones de Gestión también señaló que aún no había recibido el pago anticipado por las mascarillas y se mostró inquieta por los daños económicos que estaban sufriendo debido a las demoras en el proceso de validación del material. En su comunicación, subrayaron que estos retrasos les impedían actuar de manera oportuna, ya que otros clientes estatales también habían solicitado suministros urgentes.

Mientras tanto, el SCS continuó con sus dudas sobre la idoneidad de las mascarillas. En una comunicación importante, Pérez mencionó en octubre de 2020 que habían recibido un lote catalogado como "non medical", lo que generó más inquietudes respecto a la calidad del material entregado.

El contexto de estas comunicaciones refleja un entorno de desconfianza y preocupación entre los gestores de la salud pública y los proveedores durante una de las crisis más graves en la historia reciente. El caso revela no solo la complejidad de la cadena de suministro de materiales sanitarios, sino también los desafíos a los que se enfrentan las empresas pequeñas en momentos de crisis. La incertidumbre persiste mientras se investiga el manejo de este suministro crucial en tiempos de emergencia sanitaria.