Asociación Karibú advierte sobre el peligro de la migración femenina: violaciones y asilo "casi inalcanzable"

La directora de la Asociación Karibú, Nicole Ndongala, expuso recientemente en Santa Cruz de Tenerife los profundos efectos psicológicos que la migración femenina africana a Europa puede acarrear. Durante su intervención en un foro en el Parlamento de Canarias, Ndongala describió el viaje como un "camino de espinas" que deja "cicatrices profundas".
En su discurso, subrayó que las mujeres enfrentan situaciones extremas de vulnerabilidad durante su travesía, tales como el abuso sexual y la explotación. Además, mencionó que muchas optan por viajar con hombres para sentirse más seguras y deben pagar tarifas más altas si están embarazadas, lo que complica aún más su situación.
Ndongala, quien emigró de Congo a España hace 27 años tras soportar violencia y abuso, compartió su experiencia personal, enfatizando que a pesar de que su viaje fue en avión, los traumas psicológicos asociados con la emigración son difíciles de superar. Además, destacó que la realidad no es homogénea en África, ya que existen países como Ghana y Senegal donde las mujeres tienen más oportunidades, aunque las desigualdades persisten.
A la hora de abordar la violencia contra las mujeres, la directora hizo hincapié en que se han creado protocolos para ayudar a las víctimas, pero lamentó la ineficacia de los mismos y la falta de justicia en muchos casos. En ciertos contextos, las mujeres que buscan denunciar a sus agresores enfrentan una fuerte estigmatización, lo que las lleva muchas veces a sufrir en silencio.
Ndongala también habló sobre los retos que enfrentan las mujeres migrantes en España, donde se encuentran con una serie de barreras sociales y legales que les dificultan el acceso al asilo y a servicios esenciales. Resaltó que a menudo viven en condiciones de "gueto" y que su experiencia migratoria está marcada por el miedo y la desconfianza hacia las autoridades.
La directora abogó por un enfoque más humano hacia la migración, sugiriendo que se debe poner a la persona en el centro de las políticas, evitando patrones de infantilización. Pidió más voluntad política para facilitar la integración de los migrantes, comparando la situación actual con la atención que se brindó a las mujeres ucranianas durante la crisis.
Ndongala también reflexionó sobre la identidad, afirmando que a pesar de los años que una persona pase en un nuevo país, no debe perder su esencia. Se mostró optimista al comentar cómo muchas mujeres han logrado convertir sus experiencias traumáticas en oportunidades, resaltando así la resiliencia del espíritu humano.
En relación a las diferencias que enfrenta una mujer negra en España, ya sea nativa o migrante, Ndongala señaló que a menudo se ven excluidas del acceso a servicios médicos si no tienen documentación, lo que resalta las falencias de un sistema que se presenta como universal.
Por último, criticó los discursos de odio que persisten en la sociedad, instando a que figuras públicas y medios de comunicación cesen en la difusión de estigmas y estereotipos sobre los migrantes. Ante la pregunta de si aconsejaría a otras mujeres africanas emigrar a Europa, Ndongala admitió que es una decisión compleja, reconociendo que ante el sufrimiento, a menudo no se puede sugerir que permanezcan en sus países de origen.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.