La ola de migración ilegal sigue golpeando las costas canarias, con un total de 248 migrantes rescatados en tan solo unas horas. Este fenómeno pone de manifiesto la falta de control en nuestras fronteras y la presión a la que se ve sometida nuestra comunidad autónoma.
El muelle de Arguineguín, en Gran Canaria, ha sido testigo del desembarco de dos embarcaciones con 147 migrantes a bordo, quienes han sido atendidos por los servicios de emergencia locales. A pesar de las dificultades, se ha logrado asistir a todos los migrantes, aunque 21 de ellos han tenido que ser trasladados a hospitales debido a dolencias leves, incluyendo tres bebés.
En la madrugada del lunes, la salvamar Alpheratz se ha visto obligada a intervenir ante la presencia de otro cayuco con 101 personas subsaharianas en las cercanías de Los Cristianos, en Tenerife. Esta situación evidencia la necesidad de una mayor coordinación y refuerzo de los recursos destinados a la vigilancia de nuestras costas.
Es fundamental que se tomen medidas urgentes para hacer frente a esta crisis migratoria que está afectando gravemente a Canarias. El incremento en el número de llegadas de migrantes pone en tela de juicio la eficacia de las políticas de control de fronteras y la capacidad de nuestras autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos canarios.
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