Un grupo de trabajadores ha llevado a cabo la demolición de un muro lateral, impidiendo el acceso al interior de un establecimiento en La Isleta, Las Palmas de Gran Canaria. Estos operarios utilizaron una plancha de hierro para sellar la entrada y comenzaron a desmantelar el suelo del local.
El pasado martes, cerca de cien residentes de La Isleta se manifestaron en defensa de la dueña de la conocida vermutería Valentina. Los vecinos expresaron su repudio al supuesto abuso ejercido por una empresa constructora que intenta apoderarse de parte del local de manera ilegal en el proceso de construcción de un nuevo hotel.
La controversia se intensificó la semana anterior, cuando Cientouno Group, la empresa detrás de la construcción, derribó un muro medianero y, posteriormente, selló el acceso a uno de los baños del negocio con una plancha de acero. El temor es que sus acciones continúen y que, incluso, se produzca un derrumbe en el área del baño, ya que han estado demolición el techo desde arriba.
La propietaria del bar, Laly Rodríguez, ha enfrentado la situación con valentía, logrando junto a su equipo restablecer el muro medianero que habían derribado. Sin embargo, la amenaza de que esto vuelva a ocurrir permanece constante, pues es el tercer intento en menos de un mes.
Durante la protesta, los vecinos se unieron al grito de "no más abusos, todos con Laly", mostrando su respaldo a la empresaria que, vale recordar, también es una conocida figura del barrio por haber gestionado anteriormente una tienda de ropa en la misma ubicación.
Rodríguez afirmó que su local ha operado durante más de medio siglo y criticó la forma en que la empresa intenta despojarla de parte de su propiedad sin que se haya resuelto de manera judicial el conflicto existente. Para colmo, la única resolución judicial hasta la fecha desestimó las medidas de suspensión de la obra, argumentando que no se probaron los riesgos estructurales que se alegaron.
A pesar de la defensa lograda por la dueña, el clima de incertidumbre persiste, y Laly, quien se encuentra en tratamiento por cáncer, no pudo contener las lágrimas al recibir el aliento de sus vecinos y amigos en un momento tan difícil.
Los hechos han captado la atención de los medios desde la semana pasada, pero la situación lleva casi tres meses afectando la operación de Valentina, no solo por el ataque al baño, sino también debido a un corte de luz que afectó el único contador del edificio, que estaba ubicado en áreas comunes.
Este conflicto ha sido apodado por algunos medios como "la disputa de los 4 metros", debido a que la superficie afectada del baño apenas alcanza esa medida, 4.25 metros cuadrados, lo que pone de manifiesto la trivialidad de la superficie en juego frente a la magnitud del enfrentamiento.
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