Suárez resalta la convivencia positiva con menores migrantes en escuelas, pero señala el idioma como su mayor desafío.

La Consejería de Educación de Canarias ha decidido dedicar una significativa suma de 5 millones de euros de su presupuesto para mejorar el aprendizaje de idiomas en los centros educativos, centrándose especialmente en aquellos menores migrantes no acompañados que se encuentran bajo su tutela.
En una reciente entrevista, el consejero de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes, Poli Suárez, destacó la escasa conflictividad y el alto grado de convivencia que se observa entre estos jóvenes en el entorno escolar. Sin embargo, reconoce que la principal barrera a la que se enfrentan, tanto alumnos como profesores, es el dominio del idioma español, lo cual representa un reto indispensable a superar para facilitar su integración.
Suárez subrayó que el desconocimiento del idioma se ha convertido en el mayor obstáculo para que los docentes puedan impartir sus lecciones y para que los menores logren adaptarse adecuadamente al sistema educativo canario. Este contexto hace aún más pertinente la decisión de la Consejería de destinar los 5 millones de euros mencionados, con el objetivo de reforzar el aprendizaje lingüístico, considerado como la vía más eficaz para lograr una integración real y duradera.
En cuanto a la convivencia en los centros, el consejero reiteró que, a pesar de que los medios de comunicación a veces abordan el tema de los conflictos, su experiencia tras visitar más de 200 escuelas indica que el clima es mayormente positivo. “Los educadores también comparten esta percepción”, aseguró, enfatizando que la buena convivencia es un hecho en la mayoría de los casos.
Al abordar la posibilidad de un reparto extraordinario de los más de 5.800 menores migrantes que actualmente son atendidos por el archipiélago hacia otras comunidades autónomas, Suárez hizo un llamado a sus homólogos en el resto del país, sugiriéndoles observar el modelo canario como un ejemplo a seguir. “Nosotros somos los que más migrantes tenemos, y hasta la fecha, en nuestras aulas, no hemos tenido conflictos significativos”, manifestó con confianza.
Añadió que algunos municipios de Canarias incluso han mostrado disposición para acoger a más menores, como es el caso de Artenara en Gran Canaria, que actualmente proporciona apoyo a cerca de 30 jóvenes, integrándolos satisfactoriamente en el tejido social y educativo local.
Respecto a la hipotética redistribución de estos menores, Suárez afirmó que no habría complicaciones para la transferencia de los expedientes académicos, dado que la comunicación con otras comunidades autónomas es ágil y eficiente, utilizando los mismos procedimientos que para cualquier estudiante español. “Es un trámite habitual”, concluyó.
Por último, el consejero aseguró que la Consejería tiene planes para aquellos jóvenes que no desean abandonar la educación al alcanzar la edad en la que la escolarización deja de ser obligatoria. Se les ofrecerán alternativas, como la Formación Profesional Básica o la Educación de Adultos, para garantizar que continúan su formación académica. “No los estamos abandonando", garantizó, completando su explicación al señalar que existen oportunidades para que sigan capacitándose incluso después de cumplir 16 años, y que el Gobierno de Canarias se compromete a fomentar esta continuidad educativa a medida que alcanzan la mayoría de edad.
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