Crónica Canarias.

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"Centro de La Orotava denuncia acoso escolar en el Parlamento: 'No son simples juegos de niños'".

El pasado 17 de junio, en Santa Cruz de Tenerife, un grupo de estudiantes del CEIP Domínguez Alfonso de La Orotava se unió a la presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, para presentar un contundente manifiesto en contra del acoso escolar. Este acto simboliza un firme compromiso por parte de la comunidad educativa para erradicar el fenómeno del 'bullying' en las aulas.

El manifiesto expresa de manera clara que el acoso no debe ser considerado un simple juego entre niños. En sus propias palabras, estas acciones se describen como "cobardes y premeditadas", con la única intención de hostigar y desestabilizar a la víctima, un comportamiento que no debe ser tolerado en ningún ámbito.

Los alumnos hicieron un llamado a sus compañeros que puedan estar sufriendo de este tipo de maltrato, animándolos a buscar ayuda y a no permanecer en silencio. Resaltaron que cuentan con el respaldo total del cuerpo docente y de la administración del colegio para enfrentar esta problemática.

Además, el manifiesto recalca que el entorno escolar debe ser un espacio propicio para el desarrollo de relaciones saludables, donde todos los estudiantes se sientan seguros. La existencia de miedo en la comunidad escolar es inaceptable, y se considera intolerable que un niño o adolescente deba enfrentar insultos o amenazas en su día a día.

Es imperativo que las escuelas de Canarias se conviertan en refugios de aprendizaje y convivencia, cerrando así cualquier posible entrada al maltrato. Los alumnos involucrados en la lectura de este manifiesto, incluyendo a Bruno Martín García, Míriam Escobar Ballesteros y Asier Linares Morales, enfatizaron que el acoso puede tener repercusiones severas a corto y largo plazo.

Los redactores del manifiesto han expresado su inquietud por los daños irreparables que puede causar el bullying, resaltando la necesidad de actuar proactivamente desde los centros educativos para fomentar una convivencia pacífica y el respeto a la diversidad, además de tomar medidas enérgicas contra cualquier forma de agresión.

Para los estudiantes, la colaboración entre todas las partes de la comunidad educativa es fundamental. La respuesta ante cualquier situación de acoso debe ser firme y decidida, involucrando a las familias y poniendo especial énfasis en el uso responsable de la tecnología y las redes sociales, herramientas que pueden intensificar el problema del ciberacoso.

Finalmente, el manifiesto también reconoce el trabajo esencial de las instituciones educativas en la prevención del acoso y la importancia del rol de los compañeros observadores. Su valentía al denunciar situaciones de acoso es crucial para abordar un problema complejo que afecta gravemente la convivencia escolar.

Con la firma de este manifiesto, los estudiantes asumen la responsabilidad de luchar contra el acoso escolar, comprometidos a visibilizar este tema y prevenir cualquier comportamiento dañino que afecte la armonía en el entorno escolar.