 
                                        En un golpe decisivo contra el ejercicio ilegal de la medicina, la Guardia Civil de Fuerteventura ha llevado a cabo la operación 'Rejuvenation', resultando en la detención de una mujer de 28 años. La acusada enfrenta serias imputaciones que incluyen intrusismo profesional, lesiones, delitos contra la salud pública y falsedad de documentos, todo por hacerse pasar por una doctora en medicina estética.
La acción se originó a raíz de varias quejas presentadas por mujeres que denunciaron haber recibido tratamientos estéticos invasivos que no solo resultaron en daños a su apariencia, sino que además causaron lesiones físicas. Algunas de las víctimas señalaron que pagaron hasta 800 euros por estos procedimientos, lo que ha llevado a una intensa investigación por parte de las autoridades.
Las denunciantes señalaron que los resultados de los tratamientos estaban muy por debajo de sus expectativas y, en vez de mejorar su situación estética, terminaron agravándola. Este descontento general se agrava con las preocupaciones sobre las condiciones higiénicas del lugar donde se llevaban a cabo los procedimientos, que las víctimas describieron como "graves deficiencias".
Durante el desarrollo de la investigación, los agentes pudieron observar que la mujer, ahora detenida, utilizaba las redes sociales para presentarse como una especialista en medicina estética. Su actividad se concentraba en un local situado en Caleta de Fuste, que operaba bajo la apariencia de un centro médico profesional.
La acusada contaba con un documento que supuestamente acreditaba haber completado con matrícula de honor sus estudios de medicina en el Reino Unido. Sin embargo, tras una revisión exhaustiva, la Guardia Civil confirmó que no estaba colegiada para ejercer como médico ni en España ni en el Reino Unido y que el título que exhibía era una falsificación.
Además, el establecimiento estaba legalmente registrado como peluquería, lo que implicaba que carecía de autorización para brindar ningún tipo de servicio médico. Este detalle pone en tela de juicio la legitimidad de las actividades que allí se llevaban a cabo.
La investigación también reveló que los productos utilizados por la supuesta doctora no cumplían con la normativa vigente en España. Algunos de estos productos estaban totalmente desprovistos de homologación y trazabilidad, lo que representa un grave riesgo para la salud de los pacientes. Lo más chocante es que se descubrió que, en algunos casos, la acusada había utilizado productos diseñados para uso veterinario, específicamente formulados para perros.
Ante estos alarmantes hallazgos, la Guardia Civil llevó a cabo un operativo en el establecimiento el 7 de abril, donde confiscaron una considerable cantidad de material asociado con los delitos investigados, incluidos productos sanitarios no autorizados en territorio español.
Por las evidencias recopiladas, se procedió a la detención de la mujer, quien tras pasar por las diligencias pertinentes, fue vinculada a la autoridad judicial. Esta última decidió imponerle prisión preventiva sin fianza, como medida ante la gravedad de los cargos.
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