En un reciente incidente ocurrido en Las Palmas de Gran Canaria, la Policía Nacional ha arrestado a un hombre de 39 años bajo la sospecha de haber llevado a cabo dos robos en lugares sagrados, específicamente la Parroquia de San Bernardo y la Catedral de Santa Ana. Estos hechos han causado preocupación entre la comunidad local, dada la veneración que rodea a estas instituciones religiosas.

Según la Jefatura Superior de Policía de Canarias, la investigación se inició a principios de octubre, cuando los administradores de la Parroquia de San Bernardo denunciaron que durante la madrugada, un intruso había forzado una de las puertas laterales para acceder al templo.

Una vez dentro, el sospechoso se apoderó de diversas sumas de dinero provenientes de donativos, herramientas utilizadas para el mantenimiento de la parroquia y una serie de objetos litúrgicos de bajo valor. Además, se constató que el asalto había ocasionado daños en el mobiliario y en las cerraduras del edificio.

Los robos no se detuvieron ahí, ya que días más tarde se registró otro incidente en la Catedral de Santa Ana. En esta ocasión, el delincuente utilizó un método similar, rompiendo una puerta para entrar al edificio y sustraer dinero de un cepillo, así como una caja metálica con llaves, un pequeño equipo de audio y otros objetos del lugar, dejando también destrozos en el mobiliario y cerraduras.

A través de la investigación, las fuerzas del orden lograron establecer que ambos robos compartían un modo operativo idéntico, lo que llevó a los investigadores a centrar su atención en un solo sospechoso. Este fue localizado en el casco histórico de la ciudad y detenido.

Finalmente, el hombre fue conducido a las instalaciones policiales para la formalización del atestado correspondiente. Una vez completadas las diligencias pertinentes, el caso fue remitido a la autoridad judicial para su debida tramitación.