LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 21 de noviembre. El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, lideró el evento de entrega de los prestigiosos premios Meninas 2024, que tienen como objetivo destacar la valiosa labor de profesionales de la seguridad y ciudadanas que han contribuido a la lucha contra la violencia de género.

Estos galardones se otorgan en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora el 25 de noviembre. Este año, la entrega ha puesto de relieve la actuación de la psicóloga sanitaria y forense, Sabrina González, así como la destacada labor de Sandra María Rei, intérprete y traductora que trabaja en los cuarteles de la Guardia Civil y en los Juzgados de Fuerteventura.

El subinspector Raúl Santamaría, de la Policía Nacional en La Laguna, ha sido otro de los premiados. Santamaría, que actuó valientemente junto a su pareja durante una agresión a una mujer en la autopista TF-1 el 24 de diciembre de 2023, demostró que la intervención de un agente fuera de servicio puede marcar la diferencia. La rápida reacción de la pareja permitió la detención del agresor y la protección tanto de la víctima como del acompañante, quien había sufrido heridas de arma blanca.

Asimismo, las Unidades contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Policía Nacional y el Equipo de Homicidios de la Guardia Civil también fueron reconocidos por su labor discreta pero crucial en la lucha contra la violencia de género.

Durante la ceremonia, Pestana recordó que desde el año 2003, 1.264 mujeres han perdido la vida en España a manos de sus parejas o exparejas, siendo 40 de esas muertes registradas en 2024. Esta alarmante cifra deja a muchos niños huérfanos y expuestos a la violencia que han experimentado sus madres.

A pesar de que Canarias no ha registrado este año víctimas mortales por violencia de género, Pestana subrayó que se recibieron 2.667 denuncias por homicidio sexual en el archipiélago, lo que convierte a la comunidad en la tercera en España con mayor incidencia de violencia de género, solo superada por Baleares y la Comunidad Valenciana.

Sobre si el aumento en las denuncias refleja una mayor concienciación social, el delegado del Gobierno indicó que efectivamente esto es parte del problema, destacando que la sociedad avanza en la percepción de la violencia de género y las víctimas se sienten cada vez más seguras a la hora de denunciar, lo que permite llevar a cabo acciones efectivas y garantizar que los agresores enfrenten sus responsabilidades legales. No obstante, advirtió que aún queda un largo camino por recorrer y que los datos siguen siendo alarmantes.

Estas cifras, según Pestana, enfatizan la necesidad de seguir protegiendo a las mujeres. Calificó la entrega de las Meninas como uno de los actos más significativos del año, resaltando que estos premios, elaborados en las cárceles españolas, simbolizan el compromiso social en la búsqueda de un cambio que necesita fortalecer la educación y la mentalidad desde una edad temprana.

La Ley Orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género está próxima a cumplir 20 años desde su aprobación, y aunque España se considera uno de los países más avanzados en esta materia, Pestana enfatizó que el sistema requiere perfeccionamiento continuo.

Por su parte, el subinspector Raúl Santamaría instó a la ciudadanía a que no permanezca inactiva ante situaciones de posible delito o ilícito. Aunque él estuvo en una situación de mayor preparación, sugirió que cualquier persona puede ayudar con una simple llamada al 112, así como observando y recordando detalles que ayuden en las investigaciones posteriores.

Finalmente, la psicóloga forense Sabrina González, quien dedica su tiempo de manera altruista al Juzgado de Violencia sobre la Mujer, expresó su profunda emoción al recibir este reconocimiento. Ella trabaja con las víctimas más vulnerables, aquellas sin recursos, a quienes se refiere como su "cuota cero". González mencionó la creciente lista de espera de Servicios Sociales y la urgencia de atender casos graves.

Su labor comienza con la contención emocional, ayudando a mujeres que han vivido experiencias traumáticas y que ahora enfrentan el proceso judicial, un momento que a menudo reabre heridas. A lo largo de estos tres años de dedicación, González ha observado patrones en las vidas de las mujeres que recibe, muchas de las cuales provienen de entornos donde normalizan el maltrato por haberlo vivido en su infancia, confundiendo estas dinámicas con amor.

González concluyó enfatizando que, desafortunadamente, para estas mujeres, el ciclo de la violencia se ha normalizado, y es fundamental desmantelar ese concepto erróneo para construir relaciones sanas y respetuosas.