La diputada de Vox, Marta Gómez, ha tomado la decisión de abandonar la formación y unirse al grupo de no adscritos en el Parlamento de Canarias. Esta determinación surge ante lo que considera una falta de iniciativa por parte del grupo parlamentario, que según ella, está demasiado influenciado por la dirección nacional y ha descuidado el discurso en relación a la crisis migratoria que afecta a la sociedad canaria.

En declaraciones a Europa Press, Gómez expresó: "No me uní a un partido para rendir pleitesía. Soy una persona leal, pero no servil, y entiendo que los ciudadanos nos han votado para implementar políticas que realmente resuelvan sus problemas cotidianos".

La diputada describe a Vox como un partido "piramidal", donde todas las decisiones que se toman en las instituciones locales y autonómicas vienen dictadas desde la dirección nacional. Además, critica la obsesión del partido por el tema migratorio, ignorando otros problemas que afectan a las islas canarias y sin tener en cuenta las diferencias entre lo que sucede allí y en Madrid.

Para Gómez, la formación ha perdido visibilidad y en Canarias se siente totalmente despersonalizada, cuestionando el lema del partido de "debemos obediencia". Considera que, aunque la cuestión migratoria es seria, las soluciones deben ser abordadas de forma conjunta, y no dejando a Canarias a su suerte.

A pesar de su descontento con la dirección de Vox, la diputada aseguró que cumplirá su mandato y seguirá apoyando algunas de las medidas del partido que considera positivas, mientras trabaja en llevar iniciativas de forma más personal en la Cámara para abordar otros temas que considera relevantes para la sociedad canaria.