Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo han logrado este miércoles un acuerdo sobre el Pacto de Migración y Asilo que reformará la política común con un mayor control de las fronteras exteriores de la Unión Europea y ofrecerá a los gobiernos una 'solidaridad a la carta' para permitirá eludir la acogida de parte de los migrantes reubicados con alternativas como el pago de una compensación por traslado rechazado.

Después de años de estancamiento político, los eurodiputados del equipo de negociación han anunciado el éxito del acuerdo. El democristiano holandés Jeroen Lenaers celebró el avance en las negociaciones durante la madrugada, que abarcan todo el proceso del Pacto, incluyendo el refuerzo del control fronterizo e identificación de los migrantes. Ahora se espera resolver cada expediente con la concesión del asilo o la decisión de expulsión.

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha calificado este día como histórico, resaltando el acuerdo fundamental para la gestión migratoria y del asilo en la Unión Europea. Metsola se mostró orgullosa de los avances logrados con el Pacto sobre Migración y Asilo.

El vicepresidente de la Comisión Europea encargado de migración, Margaritis Schinas, celebró que todas las piezas hayan encajado en su lugar, considerándolo un punto de inflexión en los cinco pilares clave del Pacto de Migración y Asilo. Aunque aún se necesitará trabajo técnico en las próximas semanas, Schinas se mostró satisfecho con este acuerdo político.

Las nuevas reglas ponen fin a años de negociaciones duras entre los Estados miembros. Estas establecen un mecanismo de "solidaridad flexible", que permitirá a los Veintisiete responder ante un socio desbordado con la llegada de migrantes, ya sea reubicándolos en su territorio o pagando una compensación tasada por cada migrante rechazado.

El objetivo es trasladar a al menos 30,000 migrantes cada año, pero los países podrán negarse a recibir a parte de los acogidos a cambio de una compensación económica. Además, el modelo de solidaridad 'a la carta' se aplicará también en situaciones de crisis o fuerza mayor.

Entre los principales obstáculos que se tuvo que resolver estaban las salvaguardas para los colectivos más vulnerables, como los menores no acompañados y las familias. También se resolvieron las diferencias sobre el reglamento para el control previo de entrada, con el fin de identificar rápidamente a aquellos que no recibirán protección.