LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 19 de enero. En un movimiento que ha suscitado tanto apoyo como controversia, el rompehielos Arctic Sunrise de la organización ecologista Greenpeace tiene previsto arribar a Las Palmas de Gran Canaria el próximo 23 de enero. La llegada del barco obedece a un propósito claro: comunicar su postura sobre la energía gasífera, argumentando que esta fuente energética representa un camino incorrecto para el futuro de la región. Greenpeace señala que proyectos como la planta de gas promovida por Totisa Holdings en el Puerto de La Luz podrían resultar en un "retroceso difícilmente" recuperable, destacando los "numerosos riesgos" que tales iniciativas acarrean tanto para el medio ambiente como para la salud de la población local.
La organización ecologista destaca que, pese al "enorme potencial" de energías renovables que posee Canarias, el archipiélago continúa sufriendo una dependencia significativa de los combustibles fósiles. En un comunicado emitido por Greenpeace, se enfatiza que estos combustibles son los "principales responsables" del cambio climático, el cual ha cobrado una relevancia alarmante en la actualidad, mostrando sus consecuencias más drásticas.
Greenpeace aboga por una transición energética que sea "justa y sostenible", considerándola viable para las islas canarias. Con el objetivo de exponer su posición, la organización, en colaboración con una plataforma ciudadana que se ha constituido en contra del proyecto de Totisa, llevará a cabo una rueda de prensa a bordo del Arctic Sunrise. Durante este evento, exigirán el cese de iniciativas relacionadas con el gas y la adopción de un enfoque definitivo hacia una transición energética que se alinee con el Acuerdo de París y con el Plan de Transición Energética de Canarias (PTECan), marcado como una necesidad urgente para el futuro medioambiental del archipiélago.
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