En Santa Cruz de Tenerife, la situación ha tomado un giro alarmante tras la decisión del Juzgado de Instrucción Número 2 de La Laguna, que ha dictado prisión preventiva para un hombre de 53 años involucrado en un trágico accidente de tráfico. Se le acusa de haber chocado su vehículo deliberadamente contra un muro en Arona, lo que resultó en la muerte de su hija de 28 años.

La juez a cargo del caso ha determinado que el detenido, quien actualmente se recupera de lesiones graves en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), sea trasladado a prisión una vez que reciba el alta médica. El hombre enfrenta serias acusaciones por homicidio doloso, así como por un intento de cometer otro delito similar, según información proporcionada por la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

El acusado, quien se encontraba al volante del automóvil, ha declarado desde el hospital, mientras que su expareja se halla en otro centro médico con heridas críticas. La magistrada ha decidido que, tras resolver la situación del detenido, se inhibirá a favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Arona, la localidad en la que ocurrió el trágico incidente.

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha aportado detalles sobre las acusaciones, revelando que la expareja del sospechoso declaró a los agentes de la Guardia Civil que este había intentado acabar con su vida al provocar el accidente. Pestana subrayó que el caso se inscribe dentro del marco de la violencia machista, aunque matizó que no se trata de un caso de violencia vicaria, dado que la víctima era hija del hombre, fruto de una relación anterior.

Con toda la gravedad que el asunto conlleva, el delegado enfatizó que se trata de un "caso muy grave" de violencia de género, considerando que el hombre intentó arrebatar la vida no solo de su expareja, sino también de sus propias hijas. Esta situación pone de relieve la complejidad de las dinámicas familiares en el contexto de la violencia de género.