La intensificación de la pobreza en la provincia de Las Palmas ha sido advertida por Cáritas Diocesana de Canarias, quien ha atendido a 28.487 personas en el año 2022. Según la organización, después de la crisis económica derivada de la pandemia, la pobreza y la exclusión social han dejado una "huella más profunda", situación que se ha agravado entre las personas que no han logrado superar su situación a pesar de la recuperación económica.
En este sentido, la secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, Caya Suárez, ha expuesto durante una rueda de prensa de presentación de la memoria anual de 2022 de la organización que la pobreza en las islas "se ha intensificado y cronificado en el último período debido a las sucesivas crisis, agravada esta situación por el aumento generalizado de los precios y el coste de la vida".
Además, ha agregado que estas personas atendidas por Cáritas Diocesana han sufrido un "mayor deterioro no solo en sus economías, sino también en su salud mental, lo que ha derivado en aislamiento, soledad e incremento de adicciones".
Cáritas Diocesana de Canarias atendió a 28.487 personas en el año 2022, lo que supone un incremento del 15 por ciento en relación al año 2019, previo a la pandemia. El obispo de la Diócesis de Canarias y presidente de Cáritas, José Mazuelos, ha resaltado que se ha atendido al 12 por ciento de la población de la provincia de Las Palmas en riesgo de pobreza y exclusión social durante los dos años de crisis.
Asimismo, se ha visto la necesidad de limitar la acción de la organización, ya que, en las actuales circunstancias económicas, Cáritas "se ve obligada a limitar" su acción debido a que necesita 1,2 millones de euros y las administraciones públicas "deben, en este momento, más de 3 millones de euros".
En términos generales, la recuperación económica en Canarias, especialmente la del empleo, y las políticas puestas en marcha por las administraciones públicas del archipiélago para paliar los efectos de las crisis, han influido de forma decisiva en la mejora de la situación. Se ha producido un aumento extraordinario de personas, las cuales han puesto al límite los recursos humanos y financieros de la organización.
Cáritas Diocesana de Canarias ha atendido a 3.155 personas afectadas por la vulneración del derecho a una vivienda digna; el 32 por ciento de los hogares atendidos no es titular de su vivienda, se encuentra acogido en otra vivienda, en un espacio cedido, ocupando, realquilando o en un servicio de alojamiento "sin garantías".
En cuanto al perfil de las personas atendidas por Cáritas Diocesana de Canarias, se ha identificado que siguen siendo en un 60 por ciento mujeres, un 48 por ciento tienen entre 40 y 59 años, el 58 por ciento de nacionalidad española, un 49 por ciento son familias con menores a cargo, un 74 por ciento están en desempleo y el 42 por ciento no tiene ingresos.
En conclusión, la pobreza es más severa y la exclusión social se ha intensificado, especialmente para aquellas familias con perfiles agravados, como el de las personas trabajadoras pobres o las personas mayores vulnerables. La situación ha llevado a Cáritas Diocesana de Canarias a aumentar un 6,5 por ciento el número de respuestas registradas respecto a 2021, aún siendo menor el número de personas atendidas. Además, confirman la tendencia a presentar patologías de salud mental junto con el consumo de sustancias que derivan en adicción y un aumento de mujeres con adicción al alcohol que acuden a Cáritas.
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