En Santa Cruz de Tenerife, se iniciará este martes un juicio que ha conmocionado a la sociedad canaria. Un hombre se enfrenta a serias acusaciones de haber agredido sexualmente a sus tres sobrinos, todos menores de edad. La Fiscalía ha solicitado una condena de 44 años y medio de prisión por los múltiples delitos que se le imputan.

De acuerdo con la acusación, el individuo, quien residía con sus padres en una vivienda de dos plantas, aprovechó las estancias de sus sobrinos en la casa para llevar a cabo sus actos delictivos. Se relata que, al cuidar de los niños durante las noches que pasaban con sus abuelos, perpetraba sus agresiones de forma sistemática.

El acusado, con el fin de manipular y afianzar la confianza de uno de los menores, le mostraba videos de contenido sexual que involucraban a otros jóvenes. La Fiscalía sostiene que su intención era "normalizar" la situación y desensibilizar al niño frente a sus propias agresiones.

Para mantener el silencio de sus víctimas, el hombre utilizaba amenazas aterradoras, asegurando que, si uno de ellos contaba lo sucedido, se tomarían represalias que llevarían a terribles consecuencias, tanto para él como para sus familiares.

No solo se limitó a las agresiones, sino que también captó imágenes y videos de estos actos, almacenándolos en un formato digital que le permitiría reproducirlos posteriormente. Se señala que, en una ocasión, incluso incitó a otro sobrino y a un amigo suyo a participar en un encuentro sexual, empleando fotografías de niños desnudos como parte de su manipulación.

Las consecuencias de estos actos han sido devastadoras: uno de los sobrinos ha desarrollado síntomas de estrés postraumático que han impactado severamente en su vida familiar y académica. Otro ha visto agravados problemas de salud mental, mientras que el tercero enfrenta ansiedad y una grave pérdida de autoestima.

Tras su detención —la cual lo ha llevado a prisión sin posibilidad de fianza—, las autoridades encontraron en su equipo informático un video que documentaba uno de sus ataques, así como otros 13 registros donde se evidencian agresiones a menores por parte de adultos no identificados, incluído un bebé. Sin embargo, hay dudas sobre si este material fue compartido o producido por él, ya que se sospecha que el acusado borró pruebas clave tras enterarse de la intención de sus sobrinos de denunciarlo.

La Fiscalía ha determinado que estos sucesos constituyen múltiples delitos, incluyendo abusos sexuales a menores, corrupción de menores, exhibicionismo y posesión de material pedófilo. Además de la condena de prisión, la acusación solicita que el hombre sea inhabilitado, que se le prohíba el acercamiento a las víctimas y una compensación de 50.000 euros por daños morales.