El Gobierno de Canarias ha decidido tomar medidas en relación al tabaco calentado y acelerar la confluencia fiscal del tabaco rubio y negro. Esta noticia ha sido divulgada en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria el 21 de noviembre.

De acuerdo con el texto articulado de la modificación de la ley que regula el impuesto sobre las labores del tabaco, al que ha tenido acceso Europa Press y que forma parte del proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para el próximo año, el Gobierno de Canarias implementará un impuesto de 0,10 euros por mililitro a los productos de vapeo y cigarrillos electrónicos a partir de 2024.

Canarias se convertirá así en la primera comunidad autónoma española en recaudar impuestos específicos sobre estos productos, hasta que el Gobierno central lo realice de forma generalizada en el resto de regiones autónomas.

Como la única comunidad autónoma del país con competencias directas sobre la materia, Canarias ha adaptado las recomendaciones fiscales tanto de la Unión Europea como del Gobierno central. La mayoría de los países de la UE, como Alemania, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía y Suecia, también han aprobado legislaciones similares con diferentes montos impositivos.

El objetivo del gobierno regional es gravar los líquidos de los vapeadores y cualquier dispositivo, con o sin nicotina, con la intención de dificultar especialmente el acceso de los jóvenes a estos productos y prevenir la iniciación en el hábito del tabaco. Esto se debe a que la última Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (Estudes) 2023 reveló un alarmante aumento en el número de estudiantes que han probado el cigarrillo electrónico al menos una vez, alcanzando el 54% en comparación con el 44,3% en 2021. Más de la mitad de ellos lo han hecho con productos que no contienen nicotina.

El Consejo de la UE emitió una recomendación en 2020 sobre estos nuevos productos y sustitutos del tabaco, tanto si contienen nicotina como si no, asegurando que era necesario y urgente actualizar el marco regulatorio de los países miembros para evitar incertidumbres legales y diferencias regulatorias.

Aunque aún se desconoce el impacto de esta medida en la recaudación en las arcas públicas canarias, el informe "Revisión sobre la fiscalidad del cigarrillo electrónico: Regulación europea y posibles escenarios para España" del Ministerio de Sanidad estima que los ingresos públicos en todo el país podrían aumentar entre 7 y 48 millones de euros, dependiendo de la carga impositiva elegida.

El texto de la nueva norma canaria crea una categoría separada para los líquidos de los cigarrillos electrónicos y otra para los productos de tabaco calentados, que también serán gravados de forma específica. Cabe destacar que estos últimos ya estaban sujetos a impuestos al encontrarse en la categoría de "demás labores de tabaco".

En consecuencia, el tabaco calentado se gravará con un impuesto de 28 euros por kilogramo de tabaco. La mayoría de los países europeos, como Portugal, Francia, Finlandia, Austria, Bulgaria, Reino Unido, Suecia, Eslovaquia, Eslovenia, Rumanía, Polonia, Países Bajos, Estonia, Letonia y Grecia también aplican impuestos similares en función de la cantidad de tabaco.

Además, el nuevo texto canario actualiza los impuestos para la mayoría de los productos. Por ejemplo, los cigarros y cigarritos pasarán del 2% al 4% de impuesto, mientras que las "demás labores del tabaco" se incrementarán del 5% al 10%.

En el caso de los cigarrillos, se mantendrá un impuesto de 37 euros por cada 1.000 unidades en general, llegando a 63 euros por 1.000 en caso de que el precio de venta al público (PVP) sea inferior al precio de referencia. Sin embargo, se acelerará el proceso de igualación fiscal para el tabaco negro, que se equiparará en 2026 en lugar de 2030, como estaba previsto.

En cuanto al tabaco de picadura para liar rubia, el gravamen se mantendrá en 44 euros por kilogramo, pudiendo llegar hasta los 70 euros por kilogramo si el PVP es inferior al de referencia. Por su parte, el tabaco de picadura para liar negra pasará de tener un impuesto de 14 euros por kilogramo, o hasta 34 euros en algunos casos, a 21 euros por kilogramo y un máximo de 51 euros por kilogramo.