
La campaña de vacunación contra la gripe para la temporada 2025-2026, presentada por el Gobierno de Canarias, comenzará el próximo jueves en todos los centros de salud y se extenderá, si es necesario, hasta el 31 de marzo del año que viene. Esta estrategia ofrece importantes novedades, incluyendo la inclusión de niños menores de seis años en el programa de vacunación.
En una rueda de prensa celebrada en la sede del Servicio Canario de Salud (SCS) en Santa Cruz de Tenerife, el director general de Salud Pública, José Díaz-Flores, junto a otros altos funcionarios, detalló el operativo de vacunación que se llevará a cabo y resaltó la adquisición de un total de 267.000 dosis de diferentes tipos de vacunas, dirigidas a diversos grupos de población.
Esta temporada, se dispondrá de hasta cinco tipos de vacunas contra la gripe, destacando la introducción de la vacuna intranasal para niños de hasta 15 años con factores de riesgo, lo que se espera que aumente significativamente las tasas de inmunización y, por ende, mejore la salud general de este grupo vulnerable y de quienes les rodean.
A pesar de que la campaña está programada para finalizar el 31 de diciembre, la Consejería ha indicado que su duración podría ampliarse a marzo, dependiendo de la evolución de la situación epidemiológica del virus.
Tras una exitosa campaña escolar en la temporada anterior, en la que se valoró positivamente la experiencia por parte de las familias y el personal educativo, se amplía este año la cobertura infantil, incluyendo a los niños de hasta seis años y extendiendo la vacunación a centros educativos concertados.
Este enfoque se alinea con las prácticas adoptadas en otras comunidades autónomas que han mostrado un aumento en las tasas de inmunización gracias a la administración de la vacuna intranasal, que es indolora y efectiva para los más pequeños.
Se recomienda la vacunación contra la gripe para varias categorías de la población, entre las que se encuentran personas mayores de 70 años, niños de entre seis meses y seis años, mujeres embarazadas, personal sanitario y aquellos en contacto con individuos vulnerables, así como trabajadores de servicios esenciales.
Díaz-Flores subrayó la importancia de que los grupos más vulnerables continúen recibiendo vacunas durante todo el año, no solo para protegerse de la gripe, sino también para mitigar el impacto de la COVID-19, a pesar de que su estacionalidad no es predecible.
En este sentido, se hace hincapié en que, aunque las vacunas no garantizan una protección total contra la infección, reducen de manera significativa los riesgos de hospitalización y mortalidad tanto por gripe como por COVID-19, lo que también contribuiría a aliviar la presión sobre los servicios sanitarios durante picos de enfermedades respiratorias.
El Ministerio de Sanidad ha diferenciado las recomendaciones para las vacunas de gripe y COVID-19, considerando que la población vulnerable a ambos virus no es la misma, y ha establecido pautas que permiten la administración simultánea de ambas vacunas, respetando un intervalo mínimo desde la última dosis recibida o infección confirmada por COVID-19.
Por último, se recuerda que los grupos específicos que deben recibir la vacuna contra la COVID-19 incluyen a personas mayores de 70 años, aquellos con condiciones de salud graves, así como embarazadas y profesionales de la salud, reforzando así la necesidad de seguir promoviendo la vacunación como una medida esencial de salud pública.
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