El movimiento obrero en Canarias durante la dictadura franquista tuvo un papel fundamental en la lucha por los derechos laborales y la democracia en las Islas. En un contexto de represión política y social, los trabajadores canarios se organizaron para resistir al régimen autoritario impuesto por Francisco Franco tras la Guerra Civil.
Desde el principio de la dictadura franquista, los sindicatos fueron prohibidos y los trabajadores que intentaban organizarse eran perseguidos y encarcelados. A pesar de las duras condiciones, los obreros canarios continuaron luchando por sus derechos, formando comités clandestinos y promoviendo huelgas y manifestaciones.
En la década de 1960, el movimiento obrero en Canarias se unió a la oposición democrática al régimen franquista, exigiendo libertades políticas y laborales. Se organizaron protestas masivas y huelgas generales, enfrentándose a la represión del gobierno con valentía y determinación.
En medio de la prohibición de los sindicatos, los trabajadores canarios crearon organizaciones clandestinas para defender sus derechos. Surgieron sindicatos obreros como la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO), que jugaron un papel crucial en la movilización de los obreros en la lucha contra la dictadura franquista.
Las huelgas y manifestaciones fueron una herramienta clave utilizada por el movimiento obrero en Canarias para presionar al régimen franquista y exigir cambios. Destacan la huelga general de 1962 en Gran Canaria y las protestas obreras en Tenerife, que demostraron la fuerza y determinación de los trabajadores canarios.
Además de la lucha por la democracia, el movimiento obrero en Canarias también se enfocó en la defensa de los derechos laborales. Exigieron mejores condiciones de trabajo, salarios justos y la regulación de la jornada laboral, enfrentándose a los empresarios y al gobierno franquista en su lucha por la justicia social.
El movimiento obrero en Canarias durante la dictadura franquista dejó un legado de resistencia y solidaridad que perdura hasta el día de hoy. La lucha de los trabajadores canarios por la democracia y los derechos laborales allanó el camino para la transición a la democracia en España y sentó las bases para el movimiento sindical en las Islas.