Antes de la llegada de los europeos a Canarias, las islas estaban habitadas por el pueblo guanche, de origen bereber. Estos habitantes originales vivían de la agricultura, la pesca y la ganadería, y mantenían una cultura y una forma de vida propia.
En el siglo XIV, Portugal y Castilla comenzaron a explorar las costas africanas en busca de nuevas rutas comerciales. Fue así como en 1402, el explorador francés Jean de Béthencourt llegó a Lanzarote, una de las islas de Canarias, y reclamó la isla en nombre de Enrique III de Castilla.
La conquista de Canarias por parte de los europeos fue un proceso largo y violento. A lo largo de los siglos XV y XVI, las islas fueron conquistadas por Portugal y Castilla, en una serie de expediciones militares y enfrentamientos con los guanches.
Los guanches resistieron tenazmente la invasión europea, pero finalmente fueron derrotados y sometidos por las fuerzas colonizadoras. Se estima que la población guanche se redujo drásticamente debido a la guerra, la esclavitud y las enfermedades introducidas por los europeos.
Una vez que los europeos tomaron el control de Canarias, comenzaron un proceso de colonización que tuvo un profundo impacto en la economía y la sociedad de las islas. Se introdujeron cultivos como la caña de azúcar, el vino y la cochinilla, que se convirtieron en productos muy demandados en Europa.
La economía de plantación se desarrolló en Canarias, con grandes plantaciones dedicadas a la producción de estos cultivos para su exportación. Se estableció un sistema de trabajo basado en la esclavitud y en la explotación de la mano de obra local, lo que generó una gran riqueza para los colonizadores europeos.
El siglo de oro de la economía de plantación en Canarias tuvo lugar en los siglos XVI y XVII, cuando la producción de caña de azúcar, vino y cochinilla alcanzó su máximo esplendor. Estos productos se exportaban a Europa, donde tenían una gran demanda y eran muy valorados.
A finales del siglo XVII, la economía de plantación en Canarias comenzó a decaer debido a una combinación de factores. La competencia de otros territorios coloniales, las crisis económicas en Europa y el agotamiento de los recursos naturales en las islas contribuyeron al declive de la economía de plantación.
Además, la abolición de la esclavitud en el siglo XIX y la introducción de nuevas técnicas agrícolas y productos en Europa llevaron a una disminución de la demanda de los productos canarios, lo que afectó negativamente a la economía de las islas.
La llegada de los europeos a Canarias tuvo un impacto profundo en la historia de las islas, transformando su economía, su sociedad y su cultura. La conquista y colonización de Canarias por parte de Portugal y Castilla marcó el inicio de un periodo de dominación europea que perduró durante siglos.
A pesar de los beneficios económicos que aportó la economía de plantación, también hubo consecuencias negativas para la población local, que fue sometida a la esclavitud y a la explotación por parte de los colonizadores europeos. La llegada de los europeos a Canarias dejó una huella imborrable en la historia de las islas, que todavía se puede observar en la actualidad.