Crónica Canarias.

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La leyenda de la playa de Maspalomas, Gran Canaria

La leyenda de la playa de Maspalomas, Gran Canaria

La playa de Maspalomas es una de las playas más famosas de Gran Canaria y de toda España. Situada en el sur de la isla, es conocida por su inmenso arenal y sus dunas de origen natural que se extienden a lo largo de varios kilómetros. Sin embargo, esta playa esconde una leyenda que ha pasado de generación en generación y que la hace aún más especial.

La leyenda cuenta que en el pasado, la playa de Maspalomas estaba habitada por una tribu de aborígenes canarios. Estos aborígenes eran pacíficos y vivían en armonía con la naturaleza, pescando y recolectando frutas y verduras para su sustento. La playa era su hogar y en ella encontraban todo lo que necesitaban para vivir.

Sin embargo, un día, llegó a la playa un grupo de piratas que buscaban tesoros escondidos en la isla. Estos piratas, al ver a los aborígenes, decidieron atacarlos y robarles todo lo que tenían. Los aborígenes, sin armas ni defensa, se vieron obligados a huir y esconderse en las dunas de la playa.

Los piratas, al no encontrar a los aborígenes, decidieron quedarse en la playa para descansar y reparar sus barcos. Mientras estaban allí, uno de ellos encontró una hermosa concha marina que le llamó la atención. La concha era de color blanco y tenía dibujado en su interior un mapa que indicaba la ubicación de un gran tesoro escondido en la isla.

Los piratas, emocionados por el hallazgo, decidieron buscar el tesoro. Sin embargo, se dieron cuenta de que estaban perdidos en la isla y necesitaban ayuda para encontrar el lugar indicado en el mapa. Fue entonces cuando recordaron a los aborígenes que habían atacado y decidieron buscarlos.

Los piratas, al encontrar a los aborígenes escondidos en las dunas de la playa, los amenazaron para que les ayudaran a encontrar el tesoro. Los aborígenes, asustados por las armas y la violencia de los piratas, accedieron a ayudarlos, pero en secreto planeaban una venganza.

Los aborígenes, guiando a los piratas hacia el tesoro, les llevaron hasta una cueva en las montañas. Los piratas, emocionados por lo que encontrarían dentro, entraron en la cueva sin sospechar nada. Pero allí, en el interior de la cueva, los aborígenes habían preparado una trampa.

Los aborígenes, al ver entrar a los piratas, hicieron estallar una pólvora que habían colocado en el suelo de la cueva. La explosión mató a la mayoría de los piratas y los que sobrevivieron fueron atrapados por los aborígenes, que los vengaron por el ataque que habían sufrido.

Los aborígenes, tras la venganza, decidieron abandonar la playa de Maspalomas para no recordar más aquellos terribles acontecimientos. Sin embargo, la leyenda cuenta que su espíritu aún habita en las dunas de la playa y que en días de viento se pueden oír sus lamentos.

La leyenda de la playa de Maspalomas es muy conocida en Canarias y ha sido trasmitida de generación en generación. Aunque puedan parecer historias fantásticas o exageradas, lo cierto es que estas leyendas forman parte de la cultura y la tradición de las islas y son una muestra más de su rica historia y patrimonio cultural.

En la actualidad, la playa de Maspalomas es un lugar tranquilo y paradisíaco, que recibe a miles de visitantes cada año. Muchos de ellos desconocen la leyenda, pero otros la conocen y se sienten atraídos por la historia y la magia que envuelve a este lugar tan especial.

En resumen, la leyenda de la playa de Maspalomas es una muestra más de la riqueza cultural e histórica de Canarias. Esta historia de piratas y aborígenes es una muestra más de cómo el pasado de las islas sigue vivo en la actualidad y cómo su patrimonio cultural es una fuente inagotable de conocimiento y fascinación. Si tienes la oportunidad de visitar la playa de Maspalomas, no dudes en hacerlo y presta atención a su historia y a su leyenda.