Crónica Canarias.

Crónica Canarias.

El endemismo del Parque Natural de Tamadaba

El Parque Natural de Tamadaba es uno de los parques más emblemáticos de las Islas Canarias. Ubicado al noroeste de la isla de Gran Canaria, en el municipio de Agaete, cuenta con una superficie de más de 7.000 hectáreas y es el hogar de una gran variedad de especies endémicas.

Endemismo es un término que se utiliza para describir la presencia de especies que solo se encuentran en un área geográfica determinada. En el caso de Tamadaba, estamos hablando de una zona única en el mundo, que alberga una gran cantidad de especies endémicas tanto de flora como de fauna.

La flora de Tamadaba es diversa y está formada por más de 180 especies vegetales diferentes. De estas especies, alrededor de un 10% son endémicas, lo que significa que solo se pueden encontrar en este parque natural. Algunas de las especies endémicas más destacadas son el Pino de Gran Canaria (Pinus canariensis), el Acebuche (Olea europaea ssp. cerasiformis) y la Hierba de la Leche (Sonchus leptocephalus).

El Pino de Gran Canaria es el árbol más representativo de las Islas Canarias y el pinar de Tamadaba es el mayor de la isla de Gran Canaria, con más de 6.000 hectáreas de bosque. La especie ha logrado adaptarse a las duras condiciones climáticas de la zona, como la falta de agua y las altas temperaturas.

Por otra parte, el Acebuche es un árbol que crece de forma natural en la zona mediterránea, pero la subespecie que se encuentra en Tamadaba es diferente. El Acebuche de Tamadaba tiene unas hojas más pequeñas y una floración más tardía. Además, los ejemplares de este árbol que se encuentran en el parque tienen una importante función ecológica, ya que sirven como refugio y alimento para algunas especies animales.

La fauna de Tamadaba también es rica en especies endémicas. El parque es el hogar de una gran cantidad de aves, reptiles e insectos que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Entre las especies endémicas más destacadas se encuentran el Lagarto Gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini), el Perdicera (Alectoris barbara) y el Pico Picapinos (Dendrocopos major thanneri).

El Lagarto Gigante de Gran Canaria es uno de los reptiles más grandes que quedan en Europa. Es una especie en peligro de extinción y su población se encuentra principalmente en el Parque Natural de Tamadaba. Esta especie es muy importante para el ecosistema de la zona, ya que se alimenta de algunos insectos y roedores que podrían causar daños a la vegetación.

El Perdicera, por su parte, es un ave que vive en zonas montañosas y que se alimenta de semillas, brotes y frutos. La subespecie que se encuentra en Tamadaba es diferente a la que se puede encontrar en otras zonas, ya que se ha adaptado a las condiciones climáticas y alimentarias de la zona.

Finalmente, el Pico Picapinos es un ave carpintera que se alimenta de insectos. La subespecie que vive en Tamadaba es una de las más pequeñas de Europa y se encuentra en peligro de extinción. Esta especie es muy importante para el parque, ya que ayuda a controlar la población de insectos que pueden dañar la flora.

En conclusión, el Parque Natural de Tamadaba es un lugar único en el mundo debido a la gran cantidad de especies endémicas que habitan en él. La flora y fauna de la zona se han adaptado a las duras condiciones climáticas y han logrado convertirse en un ejemplo de biodiversidad para el resto del mundo. Visitar Tamadaba es una oportunidad única para conocer algunas de las especies más exclusivas del planeta y para disfrutar de un paisaje natural impresionante.