En una reciente sesión del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, líder del Grupo Socialista, ha expresado su descontento ante lo que considera "carencias" en el planteamiento del presupuesto para 2025. Martín ha hecho un fuerte llamado a restablecer el "diálogo" con los ayuntamientos, una medida que considera esencial para abordar los problemas que enfrenta la isla. Su intervención se produce en un contexto donde la política local parece sumida en luchas de poder, un fenómeno que también ha señalado la portavoz de Vox, Ana Salazar, quien advierte sobre la lucha de "egos" entre los socios de gobierno.

El Cabildo, en su sesión del jueves, ha dado luz verde de manera inicial al presupuesto de 2025, el cual ha sido respaldado por los votos de Coalición Canaria (CC), el Partido Popular (PP) y Vox, mientras que el PSOE quedó afuera después de no conseguir el apoyo para su enmienda a la totalidad ni para ninguna de las 103 enmiendas parciales que presentó.

Este presupuesto, que se erige como el más elevado en la historia de la institución, muestra un importe de 1.127 millones de euros, lo que significa un incremento del 8%. Sin embargo, al sumar el presupuesto de las empresas públicas, la cifra total asciende hasta los 1.230 millones. Un aspecto notable del mismo es que la inversión alcanza un pico sin precedentes, con 326 millones destinados (+10%), mientras que el gasto social también se encuentra en cifras récord, con 368 millones (+33%).

Juan Carlos Pérez Frías, director insular de Hacienda, ha defendido la decisión de incluir una operación de crédito de 70 millones para inversión en el cierre de este año. Esta medida busca facilitar el despliegue de proyectos a partir de febrero, en un momento en que la economía muestra signos de moderación en su crecimiento. Pérez Frías ha admitido que la elaboración de los presupuestos ha estado marcada por la "incertidumbre", influenciada por la recuperación de las normas de ajuste fiscal y la delicada situación geopolítica que atraviesan países como Ucrania, Gaza y Líbano.

Por su parte, Ana Salazar, portavoz de Vox, ha criticado abiertamente que las cuentas gestionadas por el Gobierno insular no están a la altura de las necesidades de Tenerife. Según Salazar, la isla no ha experimentado el activismo prometido por el gobierno local, y ha señalado que las diferencias entre sus socios generan una lucha interna de "egos". En sus declaraciones, subrayó que los progresos son escasos y que la administración actual carece de la audacia necesaria para tomar decisiones que no irrite a la oposición socialista.

Salazar ha llamado la atención sobre la necesidad de que PP y CC asuman su responsabilidad de gestión en lugar de dedicarse a espectáculos mediáticos. Este llamado resalta la urgencia de soluciones consensuadas que respondan a las preocupaciones de la ciudadanía, que se encuentran exigiendo que se cumplan las promesas hechas por sus representantes políticos.

El vicepresidente del Cabildo, Lope Afonso (PP), ha afirmado que el presupuesto refleja una "ambición" significativa, con el objetivo de crear más oportunidades y fomentar la cohesión social en una isla que, según él, "ha cogido carrerilla". Sin embargo, Afonso también ha reconocido que persisten "graves problemas" relacionados con infraestructuras insuficientes y la difícil situación que enfrentan muchos ciudadanos para ahorrar o acceder a viviendas a pesar de estar empleados.

Afonso ha elogiado la reciente política de vivienda implementada por el Cabildo, que anteriormente había sido "residual", destacando que ya se han movilizado 20 millones de euros, con otros 15 millones consignados para el presupuesto del 2025. A su juicio, esto marca un avance significativo en comparación con las propuestas socialistas, que él mismo califica de "broma".

José Miguel Ruano, portavoz del Grupo Nacionalista, también se mostró optimista acerca de los presupuestos, calificándolos como la "consolidación de un rumbo" fijado por CC y PP. Ruano ha expresado su confianza en la solidez de la mayoría que respalda el Gobierno insular, en contraste con la situación política complicada en Madrid, donde actualmente hay un Ejecutivo que carece de presupuestos.

El enfoque del presupuesto es doble: modernizar la administración y fortalecer las iniciativas sociales, siempre con la mirada puesta en la movilidad sostenible y la protección del medio ambiente. Ruano ha destacado que, a pesar de estar compuesto por dos partidos, el compromiso con la gobernanza es sólido y se reflejará en la mayor inversión en la historia de Tenerife.

Sin embargo, la respuesta del líder socialista Pedro Martín ha sido dura y contundente, afirmando que la inversión para el próximo año muestra una disminución y que, a su vez, aún quedan 417 millones por gastar este año. Martín ha propuesto la creación de una oficina insular de vivienda que se encargue de promover la construcción de viviendas públicas, además de criticar el hecho de que no se ha incluido una tasa turística ni el ‘céntimo forestal’, lo que aumentaría la presión fiscal sobre los habitantes de la isla.

El líder socialista también ha reclamado agilidad en la ejecución de las obras pendientes en las autopistas, las cuales considera "dormidas", y ha exhortado al Gobierno a dejar de lado el silencio que rodea temas cruciales, como la regulación del tráfico en Anaga y la mejora de la movilidad en la Universidad de La Laguna (ULL). Martín cuestionó las restricciones a la subida peatonal al Teide, sugiriendo que el actual Plan Rector de Usos y Gestión debería renovarse, mientras bromeaba con el hecho de que se promueve la subida de personas sin la preparación adecuada.

Finalmente, Martín ha instado a que se retome el "diálogo" con la Federación Canaria de Municipios (Fecam) para coordinar de manera eficaz la distribución de fondos del presupuesto. También ha lamentado que los alcaldes y alcaldesas sean convocados solo en el último momento, cuando ya queda poco tiempo para llevar a cabo acciones significativas. En su intervención, ha dejado claro su descontento con la falta de consenso en el uso del crédito de 70 millones y ha criticado la falta de participación activa de la presidenta insular en un debate que califica de "vital".