Recientemente, se ha dado a conocer una nueva regulación para la subida al Teide que promete cambiar la forma en que los visitantes disfrutan de esta emblemática montaña. La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, anunció que, aunque la actividad será gratuita inicialmente, se establecerá una 'ecotasa' en el futuro, que eximirá a los residentes de la isla y destinará un 20% de las plazas a empresas turísticas.

El próximo viernes, este nuevo sistema entrará en vigor. Los datos revelan que se permitirá el acceso de hasta 300 personas diariamente, organizadas en tres franjas horarias: de 09:00 a 16:00 horas, de 16:00 a 00:00 horas, y de 00:00 a 09:00 horas, con un máximo de 100 excursionistas en cada uno de estos periodos. Este control busca una gestión más efectiva de los flujos de turistas en el parque nacional.

En una conferencia de prensa, Dávila, acompañada del vicepresidente Lope Afonso, indicó que el parque contará con personal de apoyo disponible durante todo el día, todos los días del año. Además, se enfatizó que los excursionistas deberán registrarse mediante la aplicación 'Tenerife ON' para garantizar su inclusión en el recorrido.

El nuevo reglamento contempla un esquema diferenciado para empresas de turismo activo y montañeros federados, que recibirán un 20% de las plazas. Aquellos que no se adhieran a las normativas estipuladas se enfrentarán a multas de hasta 600 euros y deberán cubrir los gastos que implique un rescate, que pueden alcanzar entre 2,000 y 12,000 euros, dependiendo de la gravedad de la situación.

Los senderistas que se aventuren en las rutas señaladas —Número 7 (Montaña Blanca-Pico del Teide), 11 (Mirador de la Fortaleza), 23 (Regatones Negros) y 9 (Teide-Pico Viejo)— estarán obligados a contar con un equipamiento adecuado para un clima de alta montaña, de acuerdo con los estándares exigidos por el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) y el Consorcio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Tenerife.

Para garantizar la seguridad de todos los excursionistas, se establecerán puntos de control a lo largo de los senderos para verificar que cada persona está debidamente equipada, incluyendo calzado apropiado, abrigo, manta térmica, agua, un teléfono móvil con batería cargada y una linterna frontal.

Asimismo, se implementarán restricciones de acceso en condiciones de prealerta, prohibiendo la entrada al público entre las 16:00 y las 09:00 horas si hay una declaración vigente, evitando así las peligrosas horas nocturnas. En caso de alerta o alerta máxima, el acceso al parque se prohibirá por completo las 24 horas del día.

Las adversidades meteorológicas también serán consideradas, ya que la dirección del Parque Nacional podrá cerrar los senderos en caso de hielo, nieve, vientos fuertes o cualquier otra condición que anule la posibilidad de transitar con seguridad.

Excepcionalmente, los montañeros federados y las empresas de turismo activo podrán solicitar un trato especial si pueden demostrar que cuentan con los medios adecuados y precisos. La obtención de un permiso especial será necesaria en situaciones críticas, como terrenos cubiertos de hielo o nieve.

Desde la Rambleta del teleférico al pico del Teide, se mantiene el requisito de un permiso adicional, el cual debe solicitarse a través de la web 'Volcano Teide'.

Dávila subrayó que, por el momento, la subida será gratuita mientras se organiza el sistema de 'ecotasa', similar al que se aplica en el barranco de Masca; sin embargo, anticipó que en el futuro se comenzará a cobrar. La recaudación se destinará a la conservación del parque, con fiscales exenciones para los residentes y descuentos para los canarios.

El propósito de esta iniciativa es claro: reducir los incidentes derivados de imprudencias, facilitar una visita más segura y minimizar el impacto medioambiental causado por la masificación en el parque nacional. Estas medidas están orientadas a brindar una experiencia más satisfactoria para los visitantes y a combatir el intrusismo en el sector del turismo activo, donde se han identificado guías que operan sin la debida autorización.

Finalmente, la presidenta aclaró que no existen problemas de competencia a pesar de la falta de aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional, destacando que el Cabildo tiene la autoridad para regular el acceso al parque a través de competencias delegadas que comenzarán a aplicarse a partir del 1 de enero. Aseguró que la gestión de esta nueva regulación se hace con responsabilidad y sin precipitación.

Además, en un esfuerzo por mejorar la organización y la experiencia del visitante, el Cabildo destinará más de un millón de euros para renovar más de 2,000 carteles e indicaciones en el parque. Esta actualización busca hacer la señalización más coherente, moderna y accesible en varios idiomas, considerando que la mayoría de los visitantes son turistas extranjeros.