TEROR (GRAN CANARIA), 8 Sep.
El Obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, ha tildado este jueves de "hipocresía" que haya que soliciar una autorización a los progenitores para asistir a una excursión en un instituto y que una muchacha logre abortar sin su permiso, on line con la reforma de la ley del aborto.
"Cuanta falsedad soliciar receta médica para obtener 'algidol' o antibióticos y ofrecer unos choques hormonales a pequeñas sin control, promoviendo la irresponsabilidad y sin charlar de las secuelas sicológicas y biológicas que ello puede producir", ha señalado a lo largo de la homilía con ocasión de la festividad de Nuestra Señora del Pino.
Aun ha predecido que se va a ver a "alguna pequeña fallecer en su casa" por una complicación del aborto y una hemorragia "pues no se va a atrever a decir a su padre que fué sin su permiso a abortar".
Ha reivindicado la vida como "la felicidad mucho más grande" que se puede recibir y la maternidad "como un don y una compromiso, no una desgracia", por eso haya instado a favorecerla desde los poderes públicos.
"La sociedad o el Estado debe asistir a nivel económico a aquellas mujeres que deseen ocuparse solo a ejercer su maternidad y no obligar a la mujer a tener que trabajar para lograr tirar adelante con su casa en un planeta poco a poco más materialista, se tienen que beneficiar las ayudas por tener hijos", explicó.
Mazuelos ha pedido asimismo poner las "vidas al servicio de la caridad" y sensibilizarse para atender a los pobres y "acoger a los inmigrantes", mientras que ha pedido a los políticos "que abandonen ideologías de despachos y procuren el bien común".
Ha apelado a conseguir la paz en Ucrania y proteger la dignidad humana, singularmente frente a la "crueldad estructural" que en estos instantes de crisis golpea a los campos mucho más atacables como pobres y también inmigrantes, y no ha escondido su "mal" por que los jóvenes están expuestos a "novedosas esclavitudes" con la sustancia, la pornografía o las novedosas tecnologías, "víctimas de la inmadurez y también irresponsabilidad de
ciertos mayores que no procuran caminos académicos capaces de hacerse
cargo de este flagelo".
En esa línea ha criticado la "economía del descarte" y un modelo de vida apoyado en la "prisión" del individualismo.