En Santa Cruz de Tenerife, el debate político ha tomado un giro apasionante tras las recientes acusaciones del portavoz de Nueva Canarias-Bloque Canario, Luis Campos, contra el presidente de Canarias, Fernando Clavijo. Campos ha expresado su indignación por la contratación de un antiguo concejal de Granadilla como asesor del Gobierno, con un salario que supera los 56.000 euros al año. Esta decisión se enmarca en el contexto de la reciente moción de censura que permitió a Coalición Canaria asumir la Alcaldía con el respaldo de un concejal del Partido Popular y de Vox.

Durante la sesión de control en el Parlamento, Campos no se ha contenido al calificar esta contratación como "el precio de la indignidad". Ha criticado a Clavijo por no cumplir con sus promesas electorales y ha afirmado que este acto representa una traición a sus votantes. Para él, es evidente que la decisión de incorporar a este asesor está vinculada a un pacto político que favorece a la extrema derecha en el ámbito gubernamental.

El portavoz de NC-BC ha subrayado que Marcos González, el concejal implicado, tenía un papel crucial en la aprobación de la moción de censura y que la recompensa económica es, en realidad, una compensación por su colaboración. Campos ha señalado que la gobernabilidad de Canarias no puede basarse en el odio y ha advertido sobre el peso que esta decisión representa para Clavijo, quien ha facilitado el acceso de Vox a distintos ayuntamientos en la región.

Además, Campos ha enfatizado que esta situación va más allá de una lucha meramente partidista, sugiriendo que el uso de fondos públicos para este tipo de contrataciones plantea serias interrogantes sobre la ética en la gestión pública. A su juicio, es probable que en el futuro se produzcan pactos con la extrema derecha a medida que Clavijo busque consolidar su poder.

Ante estas acusaciones, Clavijo ha respondido defendiendo que la moción de censura es un asunto que debe ser abordado entre partidos, desvinculando al Gobierno de las decisiones tomadas en ese ámbito. Ha calificado las palabras de Campos como "una cortina de humo" destinada a desviar la atención de los problemas internos que enfrenta su propio partido.

En su intervención, el presidente canario ha reclamado a los canaristas que asuman la responsabilidad en lugar de buscar culpables en otros partidos. También ha instado a una mayor humildad y generosidad de parte de sus oponentes, sugiriendo que la autonomía de los partidos debería prevalecer sobre los intereses individuales. Clavijo defendió su derecho a contratar a quienes considere necesarios para mejorar la gestión del Gobierno y subrayó que no se malgasta el dinero público ni se compran votos a través de mociones de censura.