Un equipo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y de la Universidad de Aalborg de Dinamarca ha descubierto tres zonas en el sur de Gran Canaria y Tenerife que contienen una alta concentración de basura marina, lo que supone un grave peligro para tortugas y otros animales marinos.
Estas "líneas de basura", conocidas como Marine Litter Windrows, contienen grandes cantidades de basura marina y microplásticos, restos de plantas marinas y larvas de peces, lo que las convierte en un potencial peligro para la fauna marina que acude a ellas a alimentarse y puede quedar atrapada en las redes y los cabos.
Los expertos señalan que más del 90% de la basura flotante en el mar se concentra en estas líneas de basura, y destacan que las zonas protegidas, como las de especial conservación (ZEC) de Mogán y Teno-Rasca en Gran Canaria y Tenerife respectivamente, albergan una gran biodiversidad que se está viendo afectada por la contaminación plástica.
El estudio, realizado en el marco del proyecto IMPLAMAC del programa Interreg MAC 2014-2020, cofinanciados con fondos FEDER, permitió detectar estas zonas de acumulación de basura. Algunos de los animales más vulnerables a este tipo de contaminación son la tortuga boba, la tortuga verde, el delfín mular, el delfín común, el delfín gris, el calderón tropical, el cachalote o la pardela cenicienta.
La investigación, liderada por el grupo de Ecofisiología de los Organismos Marinos del Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA), concluyó que los esfuerzos de limpieza y estudio en aguas de Canarias deberían centrarse en estas zonas concretas.
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