El reciente debate en el Senado ha puesto de relieve la firme postura del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, respecto a la unidad GRS 8 de la Guardia Civil en Tenerife. Este martes, en respuesta a las preocupaciones expresadas por el Partido Popular, Marlaska se comprometió a mantener la "continuidad y estabilidad" de esta unidad encargada de operaciones antidisturbios, que representa una parte crucial en la seguridad de la región.

Durante su intervención, Marlaska destacó que desde que el Gobierno asumió el mando en junio de 2018, ha garantizado un incremento en los efectivos policiales en Canarias. De acuerdo a sus palabras, hay ahora un 15% más de agentes en comparación con los niveles anteriores, lo que se traduce en un aumento de aproximadamente mil efectivos, contribuyendo a que las Islas Canarias se beneficien de una tasa de criminalidad inferior a la media nacional.

La incertidumbre acerca de la posible eliminación de la GRS 8 había generado una ola de inquietud no solo entre los miembros de la Guardia Civil, sino también en el Gobierno de Canarias, que exigió respuestas claras al Ministerio del Interior. Ante estas demandas, Marlaska reafirmó su compromiso con la unidad y tranquilizó a los agentes y sus familias sobre su situación laboral.

Sin embargo, la sesión no estuvo exenta de controversia. El Partido Popular acusó a Marlaska de actuar con "deshonor" en relación con decisiones que afectaron a altos mandos de la Guardia Civil, haciendo hincapié en casos controversiales del pasado reciente que han marcado la gestión del ministerio. En su defensa, el ministro recordó su trayectoria en la lucha contra el terrorismo, defendiendo así su registro en el cargo.

La disputa entre el PP y Marlaska ha reavivado el debate sobre la efectividad de las instituciones de seguridad en España y la manera en que el Gobierno actual maneja la ley y el orden, resaltando la necesidad de un diálogo más constructivo para enfrentar los problemas de seguridad que afectan al país.