SANTA CRUZ DE TENERIFE, 26 Jul.
Un equipo científico internacional liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha hecho un descubrimiento importante. Han detectado distorsiones en el brillo del disco de una galaxia que podrían ser causadas por el efecto gravitatorio de una galaxia vecina desconocida.
La galaxia satélite, denominada GTC-1, fue descubierta utilizando imágenes ultraprofundas obtenidas con la cámara OSIRIS del Gran Telescopio Canarias en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma. Este hallazgo podría proporcionar una explicación sobre la forma en que la luz disminuye abruptamente en los bordes de los discos de las galaxias, un misterio que ha desconcertado a los científicos durante mucho tiempo. Los resultados de este estudio se publicaron en la revista especializada 'The Astrophysical Journal'.
En la década de 1980, varios equipos científicos descubrieron que cuando observaban las imágenes de los discos de las galaxias de canto, el brillo disminuía bruscamente en los bordes. Este fenómeno, conocido como truncamiento, parecía ser una pista importante sobre la formación de las galaxias. Sin embargo, se necesitaron décadas y la utilización de detectores CCD en las observaciones astronómicas para comenzar a comprender este fenómeno.
En la primera década del nuevo milenio, se descubrió que el gas en algunos discos de galaxias, como en el borde de la Vía Láctea, mostraba una estructura acampanada. Esto se debe a que el gas cerca del canto siente menos atracción gravitatoria hacia el plano de la galaxia y se extiende hacia arriba. Basándose en esto, algunos científicos propusieron que si las estrellas en los discos también forman una estructura similar, el brillo del disco observado de canto mostraría un truncamiento. Sin embargo, hasta ahora no se habían encontrado discos con esta estructura acampanada.
En este nuevo estudio, liderado por la Universidad de Valparaíso en Chile, se ha encontrado la primera evidencia de una galaxia de canto cuyo disco muestra tanto una caída abrupta en su brillo como una estructura acampanada en los bordes. La galaxia, llamada UGC 11859, fue observada con la cámara OSIRIS del Gran Telescopio Canarias, el telescopio óptico-infrarrojo más grande del mundo ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos.
Los investigadores atribuyen este descubrimiento a la alta precisión de las imágenes obtenidas con el Gran Telescopio Canarias, así como a la cuidadosa eliminación de los efectos de la luz de la parte más brillante de la galaxia que podrían interferir con la observación de los bordes más débiles. Además, el estudio reveló la presencia de una pequeña galaxia compañera, llamada GTC-1, cerca de UGC 11859, cuyo disco también presenta una estructura alabeada debido a la atracción gravitatoria mutua.
Este hallazgo es muy emocionante para la comunidad científica, ya que confirma la teoría del alabeo en los discos galácticos y ofrece nuevas perspectivas sobre cómo se forman y crecen las galaxias a lo largo del tiempo. Los investigadores planean continuar observando más discos de canto y obtener imágenes en varios colores para explorar aún más esta interesante área de investigación.
Aunque este descubrimiento es prometedor, los científicos reconocen que se necesita hacer más trabajo para comprender completamente el proceso de formación y crecimiento de los discos galácticos. Sin embargo, este estudio ha sentado las bases para futuras investigaciones y avances en el campo de la astrofísica.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.