Las autoridades sanitarias de Canarias han emitido avisos de prevención de los efectos del exceso de temperatura en la salud en varias islas del archipiélago. El objetivo es reducir los efectos negativos para la salud de las personas debido a las altas temperaturas y coordinar las acciones entre los centros asistenciales, los servicios de urgencias y los ayuntamientos. Esto se hace en respuesta a las previsiones de la Agencia Española de Meteorología (AEMET).
Para determinar los niveles de riesgo, la Consejería de Sanidad ha establecido un algoritmo que tiene en cuenta las temperaturas máximas previstas, las temperaturas umbrales y los factores de riesgo. Se han establecido cuatro niveles de riesgo: verde (ausencia de riesgo), amarillo (bajo riesgo), naranja (riesgo medio) y rojo (alto riesgo).
En la isla de Gran Canaria, varios municipios estarán en aviso rojo del 9 al 13 de agosto, mientras que otros estarán en aviso naranja y amarillo. En Lanzarote, habrá aviso rojo y amarillo del 10 al 13 de agosto, y en Fuerteventura se activarán los avisos rojo, naranja y amarillo del 10 al 13 de agosto. Tenerife y La Palma también estarán en alerta durante esos días.
Las temperaturas umbrales establecidas para estas alertas son de 33 grados centígrados en Las Palmas y 34 grados centígrados en Santa Cruz de Tenerife.
Las recomendaciones para hacer frente a las altas temperaturas se dirigen principalmente a las personas más vulnerables, como los mayores de 65 años, los lactantes, las gestantes y otras personas con factores de riesgo. Se aconseja permanecer en lugares frescos o climatizados, evitar la actividad física intensa en las horas centrales del día y mantenerse hidratado.
Además, se recomienda no consumir bebidas con cafeína, alcohol o azúcar en exceso, prestar atención a las personas más vulnerables como los bebés, los menores y las mujeres embarazadas o lactantes, y consultar a un profesional sanitario si se experimentan síntomas relacionados con el calor durante mucho tiempo.
También se aconseja vestir ropa ligera y transpirable, no dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado, consumir comidas ligeras para reponer las sales perdidas por el sudor y mantener las medicinas en un lugar fresco para evitar su alteración.