El exparlamentario sigue con la vía judicial contra la resolución de Batet de retirarle el acta
MADRID, 22 Oct.
El escaño que correspondía al exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez prosigue vacío en el momento en que este sábado se cumple un año de la pérdida de su acta y sin previsión de que la vacante sea cubierta, una situación nueva en el Congreso y que ha animado que el conjunto confederal cuente con un voto menos en el hemiciclo desde ese periodo de tiempo.
Fue el 22 de octubre del año pasado en el momento en que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, comunicó al exparlamentario que le retiraba la credencial parlamentaria mencionando a la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo que le condenó a mes y medio de prisión (sustituible a través de el pago de una multa) por un delito de atentado a agentes de la autoridad y también inhabilitación por voto pasivo.
A raíz de esto, Rodríguez solicitó amparo al Tribunal Constitucional contra la resolución de retirarle el acta por vulneración de sus derechos escenciales, un recurso que aceptó el órgano de garantías y el pasado julio la Fiscalía se mostró partidaria de ofrecerle amparo, abriendo con esto la puerta a que se le pudiese devolver, pero abogó por denegárselo con relación a la condena
Tras su resolución, Batet procedió a reportar a la Junta Electoral que el acta de Rodríguez quedaba vacante y encender, con esto, el desarrollo para su relevo. Sin embargo, ese remplazo no se ha ejecutado y continúa enquistado desde ese momento.
Primero, la número 2 de la lista por Tenerife en las pasadas selecciones Fátima González renunció a asumir el acta y el momento le tocaba a la tercera miembro de la candidatura Patricia Mesa, que no respondió a la comunicación de la Junta Electoral.
Una situación, como aceptaron en Unidas Podemos, que no posee antecedente jurídico ya que la normativa y la Junta Electoral no marcan un período temporal para hacer llegar la aceptación o renuncia del escaño, extendiendo así mismo que su escaño prosiga vacío por sepa de contestación a ese requerimiento.
Mientras, Podemos Canarias señaló que estaban en un intérvalo de tiempo de "desafío" frente a la resolución de despojar a Rodríguez de su acta y que no tenía prisa por acometer su substitución, mencionando de este modo a aguardar a la resolución de la vía legal.
Por su parte, el espacio confederal en todo el país arremetió contra Batet, a la que llegó a soliciar su dimisión e inclusive barajó pleitear contra ella. También apostó por ocupar su escaño vació si bien entendía y respetaba la posición de la organización en Canarias.
Y es que el enfrentamiento sobre su escaño vació cobró nuevamente vigencia frente a la ajustada votación en el Congreso para aprobar la reforma laboral, que salió adelante por un fallo en la votación del diputado habitual Alberto Casero.
Este verano, el coportavoz estatal de Podemos, Javier Sánchez Serna, aseveró a lo largo de una entrevista con Europa Press que demandarán responsabilidades políticas a la presidenta del Congreso si por último el Constitucional da la razón a Alberto Rodríguez.
No obstante, Rodríguez dejó la capacitación morada tras confirmarse la retirada de su escaño y criticó que no se le hubiese apoyado mucho más frente esa resolución injusta. Incluso en el mes de febrero acusó a construcciones de Unidas Podemos de "atacarle" y "culparle" de que su puesto en el Congreso prosiguiera vacante, aparte de apretar a fin de que se designase próximamente un sustituto.
El pasado junio asimismo deslizó que se encontraba inmerso en la puesta en marcha de un emprendimiento popular, político y electoral, "de obediencia canaria y con carácter habitual", para las próximas selecciones en 2023 y no descartó sentarse a charlar con la interfaz que presentará la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
El colega minoritario del Ejecutivo tiene 2 escaños menos desde el principio de legislatura, ya que aparte de la sepa de relevo para Rodríguez padeció asimismo la marcha de la miembro del congreso de los diputados canaria Meri Pita al Grupo Mixto, si bien en un caso así acostumbra votar en sintonía con las fuerzas que conforman la coalición.