LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 5 Mar.
El 47% de las mujeres con parálisis cerebral viven ocasiones de discriminación y en la mayor parte de las situaciones está relacionada a las adversidades que tienen para la comunicación y a la falsa creencia de que estas personas no tienen aptitud intelectual plena.
Así lo ha manifestado Ángeles Blanco, encargada de Derechos Humanos y organizadora de Incidencia en la Confederación ASPACE, a lo largo de una ponencia sobre la discriminación y vulneración de derechos que padecen las mujeres con parálisis cerebral.
Dicha ponencia se enmarca en el programa de actos organizados por el Cabildo de Lanzarote para conmemorar el Día Internacional de la Mujer el próximo 8 de marzo y que se inició el pasado viernes con ésta y otra charla sobre los vientres de alquiler, dada por la autora y activista Nuria González.
Durante su intervención, Ángeles Blanco logró hincapié en que la gente que no tienen la posibilidad de estar comunicado a través de el charla son las considerables perjudicadas por el desconocimiento que hay en la sociedad sobre la comunicación opción alternativa y aumentativa, sistemas que la gente con parálisis cerebral precisan y emplean para estar comunicado con el resto.
"Que no charlen no significa que no se comuniquen de otro modo", apuntó Blanco, quien expuso casos reales en que mujeres no tienen la posibilidad de formar parte en la vida pública ni entrar a la justicia o a determinados tratamientos médicos por la errada percepción de que no tienen la posibilidad de estar comunicado o por el hecho de que las técnicas no están adaptadas. Asimismo, puso encima de la mesa la crueldad física y sexual que padecen muchas de las mujeres que tienen parálisis cerebral.
Por su parte, Nuria González charló sobre los vientres de alquiler y sobre los "muchos géneros de crueldad" que abarca esta práctica, tras la que hay "un negocio millonario" en numerosos países de todo el mundo que hace que "se permita y deje".
"Es imposible rentar un individuo y es imposible subcontratar a absolutamente nadie a fin de que para por ti", señaló González, que aseveró que llevarlo a cabo piensa una vulneración del derecho a la integridad física y ética, del derecho a la independencia, del derecho a la vida, y del derecho a la identidad de los bebés. "Una violación de derechos humanos que podría constituir delitos de lesa humanidad", apuntó la activista.
En su charla, explicó de qué forma marchan las agencias de vientres de alquiler y equiparó esta práctica con la esclavitud. "Es un contrato, en el que siempre y en todo momento hay una sección vulnerable que es la mujer, y en el que se trasfiere un humano sin garantía para el menor", apuntó.
"¿Qué sociedad deseamos tener? ¿Una que trate a la gente como humanos o una donde permitamos que se comercialice, trafique con pequeños y se explote a mujeres?", fue entre las medites que lanzó Nuria González.
"¿Por qué precisa la raza humana, a la que le sobra gente, una industria de reproducción asistida?", añadió la autora y activista, quien deseó dejar en claro que las mamás "no son dueñas de sus hijos, sino son solo mamás, y que absolutamente nadie está en su derecho a recibir a un individuo sino más bien es a través de la adopción".
La consejera de Igualdad del Cabildo de Lanzarote, Myriam Barros, fue la responsable de enseñar este acto, que sucedió en la Biblioteca Insular. "Para mí es un obsequio enseñar a 2 enormes mujeres como las que disponemos el día de hoy aquí", apuntó Barros, manifestando su deseo de que estas conversas hayan servido para llevar a cabo pensar a la gente ayudantes".