• viernes 24 de marzo del 2023

Canarias registra 2.360 capital hospitalarios por ictus en 2021 con distribución homogénea por sexos y 71 años de media

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SANTA CRUZ DE TENERIFE, 28 Oct.

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias se aúna a la conmemoración del 'Día Mundial del Ictus' que se festeja este sábado y también influye en que es tan esencial sostener hábitos de vida saludable para impedir esta nosología como accionar con inmediatez frente a la sospecha de síntomas.

Durante 2021 se asentaron un total de 2.360 capital hospitalarios por ictus en Canarias organizados de forma homogénea entre los dos sexos y la edad media de los pacientes atendidos fue de 71 años.

El ictus es una patología cerebrovascular que perjudica a los vasos sanguíneos que proveen sangre al cerebro, ocasionando un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una cierta zona del cerebro.

El 85 por ciento se generan por obstrucción vascular y el resto por hemorragia, recopila una nota de la Consejería de Sanidad.

Esta patología piensa la segunda causa de muerte en España y la primera en mujeres, además de esto, es la primera causa de discapacidad conseguida en el adulto y la segunda causa de demencia.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), de año en año unas 130.000 personas padecen un ictus en España, de los que un 50% van a tener consecuencias siguientes que les ocasionan discapacidad con una mortalidad del 30%.

En los últimos 20 años la mortalidad y discapacidad por ictus ha disminuido merced a la optimización en la detección precoz y el control de los componentes de peligro pero aún de esta forma, su incidencia prosigue incrementado.

La atención al ictus está encuadrada en el 'Programa de prevención y control de la patología aterosclerótica de Canarias'.

El daño cerebral que genera un ictus está íntimamente relacionado transcurrido el tiempo que sigue la perturbación en la vascularización cerebral y de la región que se haya visto perjudicada.

Por lo tanto, entender detectar precozmente síntomas de la patología para poner encender el sistema de urgencias, puede contribuir a prosperar de manera significativa el pronóstico de esta patología.

El 'Código Ictus' es un programa de forma plena instaurado en Canarias y es el trámite de actuación que comienza en el sitio donde se produzca la primera alarma al sistema sanitario, apoyado en el reconocimiento precoz de los síntomas de un ictus con el propósito de mover a la mayor brevedad a cada tolerante al centro hospitalario perfecto a fin de que logre favorecerse de una terapia de reperfusión y de cuidados expertos en una unidad de ictus.

Al encender el 'Código Ictus' a través de llamada al Servicio de Urgencias Canario a través del teléfono de urgencias 1-1-2, se pone en marcha el desarrollo intrahospitalario de diagnóstico y cuidados mientras que se traslada al tolerante con ictus hasta el servicio de Urgencias.

A la llegada de un tolerante al servicio, el aparato de expertos de la unidad va a estar aguardando al tolerante y muchas veces va a ser movido aun a nuestra salón de régimen.

El propósito es no solo reducir la mortalidad por ictus, sino más bien las adversidades y consecuencias (morbilidad), en tanto que estas tienen mucha relevancia en la calidad de vida posterior, ya que el ictus forma la segunda causa de invalidez o discapacidad en un largo plazo en el adulto.

La asistencia al tolerante con ictus tiene dentro la prestación de rehabilitación, un desarrollo complejo, multidisciplinar, con limite en el tiempo y cuya finalidad primordial es tratar y compensar los déficit y la discapacidad (motora, sensorial o neuropsicológica) para hallar la máxima aptitud servible viable en todos y cada caso, facilitando la independencia y la reintegración al ambiente frecuente del tolerante en sus vertientes (familiar, laboral y popular).

En la prevención de los componentes de peligro está la clave para eludir nuevos casos, su morbilidad o mortalidad.

Uno de los pilares de la atención al ictus es el control y régimen de patologías como la hipertensión, diabetes y dislipemia, tal como sostener una dieta y actividad física equilibradas, eludiendo el consumo de tóxicos como tabaco, alcohol, café y otras drogas de abuso.

Debe suponerse la oportunidad de estar frente a un episodio de ictus
en el momento en que hay una pérdida brusca de fuerza o sensibilidad, entumecimiento o debilidad en parte del cuerpo; aparición inmediata de confusión o contrariedad para charlar o comprender; manifestación brusca de inconvenientes de visión, ceguera o visión doble; cefalea excepcional, de enorme intensidad y sin causa aparente y sensación de vértigo profundo, pérdida súbita de equilibrio o déficit de la marcha.

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