Una impactante investigación ha sacado a la luz cómo una enorme avalancha submarina se expandió por más de 2.000 kilómetros en el fondo marino al norte de Canarias hace aproximadamente 60.000 años, multiplicando su tamaño por más de 100.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Science Advances, ha sido llevado a cabo por un equipo liderado por el experto Chris Stevenson, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Liverpool. Este equipo ha logrado mapear detalladamente una avalancha submarina gigante que tuvo lugar en el Cañón de Agadir, extendiéndose por el Atlántico al norte de Canarias.
El análisis realizado revela que lo que comenzó como un pequeño deslizamiento de tierra en el fondo marino, con un volumen de aproximadamente 1,5 km, creció de manera exponencial, arrastrando rocas, grava, arena y barro a lo largo de uno de los cañones submarinos más grandes del mundo y recorriendo 1.600 km a través del Atlántico.
Esta avalancha submarina tuvo tal fuerza que logró erosionar los 400 km de longitud del cañón y cientos de metros a cada lado, siendo capaz de arrastrar guijarros de más de 130 m a lo largo del cañón.
A diferencia de otros eventos como deslizamientos de tierra o avalanchas de nieve, las avalanchas submarinas son difíciles de detectar y medir, lo que las convierte en una amenaza geológica significativa para la infraestructura marina, incluyendo cables de Internet.
El equipo de investigación examinó más de 300 muestras de núcleos tomadas en la zona durante cruceros de investigación realizados en las últimas cuatro décadas, utilizando datos sísmicos y batimétricos para mapear la avalancha gigante en su totalidad.
El Dr. Stevenson comentó que este hallazgo es pionero en la capacidad de cartografiar una avalancha submarina de tal magnitud y calcular su factor de crecimiento, destacando cómo un evento relativamente pequeño pudo convertirse en una avalancha devastadora que alcanzó alturas de 200 metros mientras avanzaba a gran velocidad.
Por su parte, el profesor Sebastian Krastel, experto en Geofísica Marina de la Universidad de Kiel, subrayó que estos descubrimientos desafían las concepciones previas sobre las avalanchas submarinas, demostrando cómo eventos aparentemente pequeños pueden transformarse en fenómenos gigantescos y extremadamente poderosos.
Esto representa un avance crucial en la evaluación del riesgo geológico para infraestructuras submarinas como los cables de Internet, fundamentales en la sociedad moderna por transporte de tráfico global.
Los cruceros más recientes que revisaron el Cañón de Agadir fueron liderados por instituciones como el Instituto de Geociencias de la Universidad de Kiel, el Instituto Leibniz para la Investigación del Mar Báltico y el Centro Helmholtz de Investigación Oceánica GEOMAR, todos en Alemania.
Los datos analizados provienen de un extenso archivo del Repositorio de Núcleos de Sedimentos Oceánicos Británicos, recopilados a lo largo de las últimas cuatro décadas en cruceros realizados por barcos de NERC.
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