El Aeropuerto Tenerife Sur está ofreciendo una "pésima" imagen debido a las largas colas para tomar un taxi, según ha denunciado el presidente de Ashotel, Jorge Marichal. En respuesta a esta situación, Marichal propone que no haya restricciones a las licencias de taxi en esta infraestructura y que vehículos de fuera del municipio de Granadilla de Abona puedan brindar el servicio de salida.
En un artículo de opinión, Marichal argumenta que la historia del Aeropuerto Tenerife Sur se está volviendo repetitiva y señala los diversos problemas de organización, como el control de pasaportes y las largas colas para tomar un taxi. Ashotel ha pedido públicamente una solución urgente para el caos operativo que a menudo se produce en esta infraestructura de interés insular y regional. Según Marichal, los aeropuertos de las islas deben ser considerados como áreas sensibles, al igual que los puertos, y no solo en teoría.
El presidente de Ashotel defiende la eliminación de las restricciones a las licencias de taxi en el Aeropuerto Tenerife Sur y plantea que cualquier vehículo, independientemente de su procedencia, pueda brindar el servicio de salida hacia otros destinos de la isla. Marichal argumenta que esta reserva específica para los taxis del municipio de Granadilla es un privilegio injustificado, ya que la infraestructura es financiada con impuestos de todos los españoles y no solo de los residentes en ese municipio.
Marichal critica que la declaración de área sensible no ha resultado en soluciones para las colas que afectan tanto a turistas como a residentes y usuarios del Aeropuerto Tenerife Sur. Además, destaca que durante el verano hay un alto porcentaje de turistas de edad avanzada que, tras horas de vuelo, tienen que esperar aún más tiempo para tomar un taxi después de haber pasado por el control de pasaportes.
El presidente de Ashotel argumenta que la prohibición de recoger nuevos pasajeros en el Aeropuerto o de dejar a los clientes en sus hoteles va en contra de los objetivos de descarbonización del sector del transporte promovidos por Europa. Considera que es un contrasentido que dos taxis circulen vacíos cuando uno solo sería suficiente, generando así más contaminación.
Para abordar esta situación, Ashotel propone establecer indicadores claros y medibles que permitan la entrada de taxis provenientes de otras zonas turísticas de Tenerife. Además, sugieren la creación de una figura que coordine el flujo de taxis en el Aeropuerto y autorice su entrada cuando se cumplan los requisitos establecidos. Asimismo, plantean que los taxis de otros municipios puedan operar en los momentos de mayor afluencia y cuando el número de licencias en Granadilla sea insuficiente.
Marichal concluye afirmando que el Aeropuerto Tenerife Sur, al igual que cualquier otro aeropuerto de Canarias, no puede seguir ofreciendo una imagen tan negativa como puerta de entrada principal, tanto para los visitantes como para los residentes. Considera que merecen una instalación del siglo XXI acorde con el destino que representan.